A 20 años del hecho, la familia dice que “dejó al descubierto la violencia policial”
El asesinato de la joven de 15 años, ocurrido el 4 de febrero de 2001 en Miramar, produjo un fuerte impacto en todo el país. Desde entonces familiares y allegados sostuvieron el pedido de justicia y amplificaron el repudio a la violencia de género e institucional.
A pocos días de cumplirse 20 años del crimen de la adolescente Natalia Melmann, por cuyo secuestro, violación y homicidio tres policías fueron condenados a prisión perpetua y un cuarto está a la espera de un nuevo juicio, la familia de la víctima dijo que el caso marcó “un antes y un después” en la localidad de Miramar y en el país, y aseguró que “si ella estuviera viva, hoy lucharía junto al feminismo”.
El asesinato de Natalia (15), ocurrido el 4 de febrero de 2001, produjo un fuerte impacto a nivel local y nacional, y desde entonces sus familiares y allegados, acompañados por organizaciones de la sociedad civil, sostuvieron el pedido de justicia y amplificaron el repudio a la violencia de género e institucional.
A dos décadas del crimen, el padre de la joven, Gustavo Melmann, recordó a su hija como “una chica que pese a ser tan joven tenía muy claro lo que quería”, y aseguró que “si no la hubieran matado y estuviera viva, sin dudas sería una luchadora feminista, y estaría encabezando las batallas que están dando las mujeres”.
“El crimen de Nati nos destruyó a todos los que la queríamos, pero sobre todo dejó al descubierto la violencia contra las mujeres, la violencia policial, y marcó un antes y un después para los vecinos de Miramar y para los movimientos de todo el país que tomaron el caso como una bandera”, señaló el padre en diálogo con Télam.
Gustavo explicó que junto a la madre de Natalia, Laura Calampuca, y a amigos, encabezarán durante esta semana y el jueves 4 una serie de acciones para recordar a su hija, algunas de ellas de manera virtual, por la pandemia del coronavirus.
Los condenados a perpetua son los policías Oscar Echenique (61), Ricardo Anselmini (53) y Ricardo Suárez (58), por ser coautores de los delitos de “rapto, abuso sexual con acceso carnal agravado por la pluralidad de personas y homicidio criminis causa”.
El padre de la adolescente reiteró también el pedido para que “todos los responsables del crimen lo paguen”, y en ese sentido expresó su preocupación por la posibilidad de que los tres policías condenados a prisión perpetua por el caso puedan salir con libertad condicional a partir de 2022, al cumplir 20 años de detención.
“La Justicia, tan cuestionada en todo este tiempo por este caso, también debería reflexionar y preguntarse, como hacemos todos nosotros, si estas personas están en condiciones de volver a la sociedad, y encima vivir en la misma ciudad en la que cometieron un crimen tan horrible”, expresó.
Según la investigación del caso, la menor fue obligada a subir a una camioneta de la Policía bonaerense cerca de las 7 del 4 de febrero de 2001, y llevada a una casa ubicada en el extremo sur de Miramar.
En esa vivienda, “fue accedida carnalmente” luego, “con el inequívoco propósito de procurar la impunidad de la agresión sexual, la víctima fue muerta por asfixia, estrangulada con un lazo confeccionado con el cordón de una de sus zapatillas”.
Los tres policías trasladaron luego el cuerpo al vivero Florentino Ameghino, donde fue hallado cuatro días más tarde, debajo de una pila de hojas.
El crimen provocó la reacción de la comunidad local, que encabezó junto a los familiares y allegados de la adolescente múltiples marchas para pedir por el esclarecimiento del caso y produjo incluso un impacto político: el entonces presidente, Fernando De la Rúa, se reunió pocos días después con los padres en Miramar.
Un juicio realizado en septiembre de 2002 ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de Mar del Plata derivó en las condenas de Echenique, Anselmini y Suárez, y también fue sentenciado en esa instancia, pero a 25 años de cárcel, Gustavo “Gallo” Fernández, por su participación en el secuestro, aunque la pena fue reducida luego a 10 años de prisión.
Echenique, Anselmini y Suárez se encuentran alojados desde entonces en la Unidad Penal de Batán, y estarían en condiciones de tramitar la libertad condicional a partir de agosto de 2022, al cumplir 20 años detenidos.Desde el 20 de octubre del 2017, los efectivos condenados gozaron de salidas transitorias una vez cada quince días, pero en febrero de 2019 este beneficio fue revocado.
A su vez, en junio de 2018 se celebró un nuevo juicio en el TOC 4 marplatense a un cuarto policía Ricardo Panadero (63), imputado como coautor de “privación ilegítima de la libertad por el uso de violencia, abuso sexual agravado por acceso carnal y por el concurso de dos o más personas, y homicidio doblemente agravado por haberse cometido para lograr la impunidad de los coautores de un delito anterior”.
Panadero fue absuelto en ese proceso porque los jueces consideraron que no pudo acreditarse la acusación, pero el fallo fue apelado por la fiscalía y por el abogado de la familia de Natalia, Federico Paruolo.
El 13 de noviembre de 2019, la Sala III del Tribunal de Casación bonaerense anuló esa absolución y ordenó la realización de un nuevo proceso, que aun está pendiente.
Por su parte, Paruolo dijo a Télam que “las demoras en este caso tan resonante hablan de la protección que ha tenido durante muchos años la llamada maldita policía por parte de la Justicia”.
El abogado señaló que la querella tiene “mucha expectativa” de que se logre avanzar en un nuevo juicio al cuarto imputado, así como en la identificación de un presunto quinto policía implicado, de acuerdo a un rastro rastro genético hallado en el cuerpo de Natalia, que aun no fue identificado.
“Tenemos mucha expectativa y para nosotros es un respaldo muy grande saber que tenemos muy buen diálogo con la Secretaría de Derechos Humanos, tanto a nivel nacional como provincial”, añadió Paruolo.