ECONOMIA

Los productores avícolas de Entre Ríos temen que se propague la gripe aviar y provoque la bancarrota

El último caso de influenza aviar detectado en una granja de 15.000 gallinas de postura y 5000 de recría en General Racedo (departamento Diamante) puso a los productores de la zona en alerta por lo que significa el brote en una de las provincias y regiones avícolas más productivas del país. Si bien las más afectadas son las granjas de ponedoras por el permanente ingreso del personal, la producción de carne vive momentos de tensión, ya que temen quedar en “bancarrota” si los casos se propagan.

En 2021, por ejemplo, según datos oficiales, el 51,2% de la faena avícola se hizo en Entre Ríos. Para tener en cuenta, a nivel país suman 98 las detecciones de la enfermedad y 72 los brotes cerrados desde el inicio de la emergencia sanitaria hace 100 días.

Ricardo Unrrein, un productor avícola del paraje Camino del medio, en Crespo, cuya planta está a 15 kilómetros del caso detectado en General Racedo, explicó que si se propaga la enfermedad, las pérdidas van a ser millonarias en ese radio. En su caso produce entre 70.000 y 80.000 pollos, dependiendo de la capacidad del frigorífico.

“Hay alarma, si bien de parte del Gobierno han estipulado una compensación económica, ya sabemos que son todos trámites engorrosos y lentos, aparte es solo por el animal que se sacrifica. No te compensan los meses que se va a estar sin trabajar, para eso no hay compensación. Hay una gran preocupación en el sector avícola porque va a dejar en bancarrota a los productores si esto llega a propagarse”, mencionó.

Desde el Senasa confirmaron que dentro de cada caso se tiene una zona de control sanitario de 10 kilómetros. Dentro de esto están las zonas de perifocos: del foco a 3  kilómetros y de los 3 kilómetros a los 10 se denomina zona de vigilancia. En todas se realizan rastrillajes, pero las acciones son diferentes en el tiempo.

Por ejemplo, la toma de muestra en la zona de perifoco se realiza cada 7 días y en la zona de vigilancia cada 14 días. Después se realizan otras acciones, como el ingreso o salida de determinados productos.

El radio de los primeros 3,5 kilómetros donde está la planta afectada totaliza 1,3 millones gallinas de postura comercial y los pollos parrilleros 400.000. Esos serían los primeros afectados en forma directa. Después habría que ver si se va ampliando, si hay algún positivo en ese radio de los 3 kilómetros, y si es así se tendría que ir ampliando el radio y calculando las granjas que están en el segundo arco de testeo”, dijo el productor.

A partir de esta detección, contó, los productores intensificaron los controles sanitarios desde el lavado de vehículos a los ingresos de las granjas. En el caso de las plantas que tienen muchos empleados o personal interno les hacen cambiar el calzado al ingreso, dentro de lo posible la ropa, ya que el mayor foco de transmisión es con las heces. “Se les recomienda también no visitar gente que tenga aves de traspatio, algún vecino que tenga en su patio gallinas para su producción del huevo de consumo, no visitarlos. Allí podría estar el mayor foco, donde las aves no cuentan con controles sanitarios”, expresó.

La situación preocupa aún más a los productores de ponedoras. “Los empleados de la producción de carne viven en el mismo predio, dentro de la granja. Por ese lado tenemos una ventaja contra los que producen huevo para consumo, porque ellos tienen mayor cantidad de empleados que van y vienen todos los días. Igual estamos muy preocupados, porque hay aves migratorias que son las que traen la enfermedad. Tratamos de evitar todo contacto y estar alerta, pero esperemos que sea suficiente eso y que no se propague el virus”, puntualizó.

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