Molestias digestivas por ansiedad
Las personas que sufren ansiedad a menudo pierden completamente el apetito, o por el contrario, no pueden controlar la comida que ingieren y realizan atracones.
¿Cuáles son las molestias digestivas que se producen por ansiedad?
Lo cierto es que la ansiedad afecta de manera diferente a cada persona. Aún así, la mayoría de los síntomas están relacionados con un estado de nerviosismo y de tensión. La expresión ‘tener mariposas en el estómago’, aunque tenga una connotación romántica, puede llegar a ser un síntoma de esta patología.
Son muchas las molestias digestivas que pueden aparecer por ansiedad y estrés. Por ejemplo, es muy frecuente que se sienta dolor o presión en la zona estomacal. Pero no solo afectan a esa parte del cuerpo, sino que los síntomas surgen en cualquier región del aparato digestivo. Algunos de ellos son:
-Boca seca
-Estreñimiento o diarrea
-Náuseas y ganas de vomitar
-Digestiones pesadas: acompañadas de acidez o ardores estomacales
-Cambios en los hábitos alimenticios: puede que la persona sienta necesidad de comer compulsivamente, en forma de atracones, o bien que pierda completamente el apetito.
-Síndrome del intestino irritable: es una patología que afecta al intestino grueso y puede causar cólicos abdominales, cambios en los hábitos intestinales y distensión.
-Un posible problema de las molestias digestivas por ansiedad son los cambios en los hábitos alimenticios. Las personas que los experimentan y pierden el apetito pueden llegar a sufrir una malnutrición.
Por otra parte, aquellos que no pueden controlar los atracones tienen un mayor riesgo de sufrir obesidad o sobrepeso. Incluso pueden acabar derivando en casos de diabetes mellitus o dislipemias.
¿Qué hacer para controlar estas molestias digestivas?
Ante esta patología, lo primero es saber que se trata de una enfermedad como otra cualquiera. Debemos esforzarnos en desestigmatizar los problemas mentales y comprender que no hay nada de malo en pedir ayuda para intentar solucionarlo.
Existen muchos tipos de terapias, e incluso de medicamentos, que ayudan a paliar la ansiedad. Además, también hay ciertas medidas sencillas que mejorarían las molestias digestivas.
En primer lugar, puede ser necesario controlar la dieta. La dieta debe ser equilibrada y más o menos constante, tratando de crear una rutina fija. También puede ser recomendable escoger alimentos ligeros que no creen una digestión muy pesada. Por ejemplo, evitar las grasas saturadas y los productos procesados.
En concreto, estudios en ratones como el publicado en 2011 en la revista Neurogastroenterology & Motility indican que los probióticos podrían ayudar a aliviar la ansiedad con síntomas intestinales a través de la acción sobre el nervio vago.
Pero lo cierto es que todas estas medidas que mejoran las molestias digestivas solo serán temporales. Los problemas digestivos pueden cronificarse si no reducimos la ansiedad. Por ello, lo más importante será actuar en la raíz del problema.
La ansiedad como molestia digestiva
La ansiedad es un problema de salud que no sólo nos afecta psicológicamente, sino que puede causarnos numerosos síntomas físicos. Algunos de ellos son las molestias digestivas, como la opresión en el estómago, náuseas y cambios en el apetito, mientras que otros son cambios de conducta, como los atracones. No debemos avergonzarnos de sentir ansiedad. Al contrario, es esencial buscar ayuda, ya que encontrar un psicólogo adecuado y una terapia que encaje con tu personalidad puede ser de gran ayuda para mejorar notablemente tu calidad de vida.
