Sequía y falta de agua: Uruguay aumentó la salinidad del agua potable y se teme por pacientes hipertensos
Ante la crisis hídrica que padece Uruguay el Gobierno elevó el nivel máximo de salinidad y cloruro admitido ante la escasez de fuentes de agua dulce para el procesamiento habitual del agua potable en Montevideo. Además, evalúan utilizar reservas de agua de los acuíferos, en particular algunos cercanos al río Santa Lucía, principal fuente para la potabilización del agua que abastece al principal departamento y el área metropolitana. La potabilización alcanzó niveles mínimos históricos.
“De algún lugar se va a conseguir agua para poder asegurar el abastecimiento”, la declaración del viceministro de Ambiente uruguayo, Gerardo Amarilla, está más cerca de un deseo que de una realidad. La sequía que atraviesa el país vecino podría complicar la estabilidad política de Luis Lacalle Pou.
En medio de la peor sequía en más de siete décadas, Amarilla aclaró: “Se están buscando alternativas, hay varias posibilidades. Estamos evaluando de qué manera podemos asegurar esa cantidad de agua”. Y, en diálogo con canal 10 de ese país afirmó: “Lo más seguro es que tengamos el agua disponible. De algún lugar se va a conseguir agua para poder asegurar el abastecimiento”.
Según trascendió desde el ministerio de ambiente de ese país, están evaluando la utilización de reservas de agua de los acuíferos, en particular algunos cercanos al río Santa Lucía, principal fuente para la potabilización del agua que abastece a Montevideo y el área metropolitana y que alcanzó niveles mínimos históricos. Ante la consulta, Amarilla no descartó esa posibilidad: “Hay reservas en la zona que se puede apelar a ellas”.
Salinidad y cloruro
OSE tiene por cometido brindar el abastecimiento de agua potable a todo el Uruguay. Este servicio lo presta las 24 horas del día, los 365 días del año a unos 3.304.287 habitantes por medio de 1.123.436 conexiones. Por lo tanto, el agua potable llega al 99% de la población nucleada del país.
Como consecuencia de la crisis hídrica de las últimas cuatro décadas que está atravesando la ciudad de Montevideo, y otros centros urbanos El gobierno aumentó la salinidad del agua potable que consume la población.
La sequía que afronta Uruguay desde hace tres años “no tiene precedentes” y “es la peor desde que existen registros en el país sudamericano -principios del siglo XX-“, informó el Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet).
La resolución de la OSE fue aumentar los valores en Cloruros de 250 miligramos por litro (mg/L) a 720mg/L, y en sodio de 200mg/L a 440mg/L en el agua potable. Estas medidas desataron aseveraciones contradictorias y falsas sobre los efectos que puede generar estos incrementos en la salud de la población.
El pasado 26 de abril el presidente de OSE, Raúl Montero, dijo que la empresa estatal decidió aumentar el límite de salinidad en el agua potable y advirtió que cambiaría el gusto al momento de beberla, aunque no afectaría la salud de la población.
Sin embargo, el 4 de mayo, la ministra de Salud Pública, la doctora Karina Rando, aclaró que no se han visto problemas de salud para la población en general. Aunque advirtió que, al aumentarse los valores, en particular de sodio, puede afectar la dieta, “sobre todo de pacientes con hipertensión arterial severa, insuficiencia cardíaca o insuficiencia renal”.
El milagro de la lluvia
El representante de la intendencia de Montevideo en el Comité Coordinador de Emergencias Departamentales (Cecoed) Ignacio Lorenzo brindó un mensaje de alivio para la empresa estatal OSE (Obras Sanitarias del Estado). Lorenzo informó que gracias a las lluvias de los últimos días “lograron detener” la baja del embalse de Paso Severino (sur), principal reserva de agua dulce para la potabilización de la capital. Aunque aclararon que todavía no es suficiente.
“Si el nivel permanece incambiado los días que mantiene agua el embalse son 20”, señaló Lorenzo sobre Paso Severino, ubicado en el departamento de Florida. La buena noticia proviene del cielo. El servicio meteorológico avizora un alto porcentaje de probabilidad de lluvias en cinco de los próximos siete días. Esto significaría un gran alivio para un problema de difícil resolución.