La crisis de Nación y los gobernadores provocó la renuncia de un funcionario que podría recalar en el equipo de Frigerio
En plena tensión de Milei con los gobernadores, renunció un funcionario clave de Patricia Bullrich. Se trata de Sebastián García De Luca, secretario de Articulación Federal de Seguridad. Medios nacionales destacan su relación con Frigerio.
Según pudo reconstruir este medio, De Luca venía manifestando su disconformidad con el trato político que el Gobierno le daba a los Gobernadores y los legisladores nacionales, en la estrategia de confrontar con el Congreso y el sistema político. En ese contexto, como anticipó Infobae, en los últimos días el funcionario hizo saber su idea de alejarse del cargo y esta mañana se confirmó esa decisión.
De Luca, que fue el armador político de la campaña presidencial de Bullrich, creció políticamente al lado de Emilio Monzó. En los últimos años se había distanciado del diputado nacional para hacer una construcción propia junto a la ministra de Seguridad. Durante la presidencia de Macri, el dirigente trabajó como Secretario del Interior del Ministerio que conducía Rogelio Frigerio, también cercano al ex intendente de Carlos Tejedor. Junto con Nicolás Massot, por entonces titular de la bancada oficialista, integraban un grupo que se movía en la articulación política del oficialismo para motorizar la agenda parlamentaria del Poder Ejecutivo. Ese grupo fue apuntado por Macri, a partir de objeciones hechas por Marcos Peña, ex jefe de Gabinete de la Nación, y hubo una distancia política con el macrismo. Entre 2019 y 2023, De Luca fue diputado nacional de JxC.
Campaña presidencial
En el marco de la campaña presidencial de Bullrich del año pasado, De Luca ingresó a la mesa política como armador de la provincia de Buenos Aires. Ejecutó una ardua tarea, que consistió en armar listas propias en los 135 municipios, bajo la candidatura de la ministra de Seguridad y Néstor Grindetti como postulante a gobernador. Con ese esquema, el bullrichismo logró imponerse al esquema de Horacio Rodríguez Larreta y a Diego Santilli en la provincia más grande del país. Fue algo letal, que inclinó la PASO de Juntos por en Cambio en favor de la presidenta del PRO.
Camino a la elección general de octubre, De Luca ganó protagonismo en la campaña y se puso al frente del armado nacional, junto a Damián Arabia y Juan Pablo Arenaza, dos dirigentes de extrema confianza de Bullrich. La historia que sigue es conocida: Milei dio el batacazo y JxC quedó afuera del balotaje. Cuando se confirmó el apoyo de Bullrich y Macri al libertario, De Luca y el equipo político bullrichista trabajaron para coordinar la fiscalización de La Libertad Avanza, con el soporte del PRO.
Cuando Bullrich confirmó su regreso al Ministerio de Seguridad, tras la propuesta de Milei, lo convocó a De Luca para hacerse cargo de la Secretaría de Articulación Federal. Cumplía un rol político en un ministerio técnico: tejía puentes con dirigentes de todo el país para robustecer la construcción política de la presidenta del PRO. Pero con el correr de las semanas, el funcionario comenzó a sentir incomodidad por el trato de Milei a los gobernadores y a la dirigencia.
Las primeras alarmas se encendieron durante el tratamiento de la Ley Ómnibus en el Congreso. De Luca notaba que no había respaldo de la Casa Rosada para buscar consensos sobre el articulado. Y discrepaba de la forma en la que el Presidente de dirigía a la oposición.
Vículo con Entre Ríos
Actualmente, De Luca cultiva una excelente relación política y personal con Rogelio Frigerio, gobernador de Entre Ríos. Son amigos y se conocen hace varios años. Si bien aún no decidió su futuro público, no se descarta un acercamiento con el mandatario entrerriano para integrarse a su equipo político.
La salida de De Luca le agrega tensión a la discusión en el PRO. El funcionario fue uno de los dirigentes bullrichistas que no firmó el comunicado que redactó su jefa para respaldar a Milei en la disputa contra el gobernador de Chubut, Nacho Torres, en la discusión por los fondos de la coparticipación. La ministra de Seguridad considera necesario que su partido respalde al Jefe de Estado y, además, que adopte una postura oficialista sin condicionalidades.
Es una tensión que se da a días de la elección de autoridades del PRO, donde Macri arma su lista para presidir el partido. Bullrich pretende que el ex Presidente no hegemonice el partido. Intenta conservar incidencia para avanzar en la convergencia del PRO con La Libertad Avanza. En esa línea, Bullrich dijo anoche en LN+ que le hubiera gustado escuchar un posicionamiento de Macri sobre el tema Chubut. Esperaba un respaldo explícito a Milei. Macri, que apoya el grueso del programa libertario, optó por no pronunciarse y apoyó en silencio a mandatario chubutense.