El contrabando de fernet salió para “Los Tomates” y nunca llegó a Salto.
El hecho ocurrió temprano en la noche, alrededor de las 21, cuando un contrabandista -supuestamente solitario- se encargaba de acomodar en un bote, cajas de fernet de destilación argentina, junto a desodorantes de diferentes marcas, oportunidad en que fue divisado por una de las habituales patrullas de la Prefectura Naval Argentina que controlan el río.
Tras la voz de alto, los prefectos escucharon un chapuzón y el contrabandista desapareció en el agua, aunque dijeron que lo habían visto correr en la espesura del monte y no se abrió fuego porque la situación no ameritaba poner en peligro la vida de una persona que no se estaba enfrentando sino que huía del lugar de su “trabajo”.
Se cargaron los paquetes y bolsas para ubicarlos en un lugar bien iluminado donde se procedió al recuento, encontrándose que había nada menos que 250 botellas de fernet y alrededor de unos 700 desodorantes de bolilla y spray, de conocidas marcas en el mercado argentino y cuyo destino, interpretaron los soldados del río era la ciudad fronteriza de Salto.
Siendo un delito de competencia federal, el intento de contrabando, se anotició a la Juez, Dra. Analía Ramponi, quien ordenó el secuestro de los bultos y se estimó por su secretario que el valor en plaza es de alrededor de unos 6 millones de pesos, pasados al otro lado, esa mercadería valdría el doble, pero el “pasador” falló y ahora no tiene más que la libertad, ganada por ser buen nadador y rápido para correr por el monte de noche, perseguido por la Prefectura.