POLICIALES

Mataron de dos tiros en la cabeza al arrepentido que delató a uno de los narcos más temidos de Rosario

El ataque se produjo este lunes por la tarde en el taller que Argüelles tenía en la zona de Garay al 3500 donde fue atacado a balazos frente a su esposa e hijos.

Carlos Argüelles, un mecánico de 46 años, testigo protegido en una causa contra el jefe narco detenido Esteban Lindor Alvarado, fue asesinado a balazos en la tarde de este lunes en su taller mecánico ubicado en la zona de Garay y San Nicolás. La víctima había sido acusada por los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra de «emponchar autos» (cambiar la identificación) y ser testaferro de su ex jefe Alvarado, y terminó declarando y reconociendo delitos propios y ajenos. En esa causa había firmado un juicio abreviado, que según los pesquisas pudo haberlo convertido en su sentencia de muerte, «porque su otrora jefe no se lo ha perdonado a ninguno de los suyos».

Tres personas, dos hombres y una mujer, lo asesinaron en medio de un ataque que se produjo en el taller que Argüelles tenía en la zona de Garay al 3500, frente a su esposa e hijos.

El relato primario de los hechos da cuenta de que Argüelles estaba en su taller junto a su esposa, quien tenía un bebé en los brazos, y otro hijo menor de edad, cuando se estacionó frente al comercio un vehículo color rojo, que podría ser un VW Fox o un Corsa de color rojo, con tres personas en su interior, dos hombres y una mujer. Justamente la que estaba sentada en el asiento trasero se bajó con una arma de puño calibre 45 y le disparó directamente a la cabeza, en dos oportunidades, mientras un tercer impacto lo lesionó en uno de su glúteos. La víctima llegó en grave estado al Hospital de Emergencias «Clemente Alvarez» (HECA) donde falleció a las 18.50.

Carlos Argüelles fue detenido el 10 de junio de 2019 pasado, acusado como partícipe de la asociación ilícita que lideraba Alvarado y encubrimiento agravado, por brindarle apariencia de legalidad a los autos que quedaban a disposición de la organización. También le imputaron haber ayudado a desviar la investigación del crimen del prestamista Lucio Maldonado, secuestrado de su casa de barrio Tablada y asesinado en noviembre de 2018, y en las balaceras al Centro de Justicia Penal y al edificio de Tribunales en Balcarce al 1600, ocurridas en diciembre de 2018 , según se desprendió de la acusación.

Para la Fiscalía, Argüelles fue uno de los que manipuló celulares truchos que luego pretendieron incorporar a la investigación con el fin de desviarla e involucrar en el caso a dos personas. Uno de ellos fue Leandro “Chulo” Olivera, un muchacho cercano a Los Monos, y el otro fue un testigo de identidad reservada enfrentado con Alvarado.

El 2 de julio de 2019 le otorgaron la prision domiciliaria con tobillera electrónica durante los primeros tiempos. Pero desde entonces sufrió ataques contra su vida. El primero ocurrió la tarde del jueves 28 de enero pasado cuando circulaba en un Ford EcoSport junto con su esposa y dos de sus hijos por Gaboto al 5500, en el barrio Triángulo.

Argüelles relató a la policía que un auto color gris y una moto, que aparentemente oficiaba como apoyo de los atacantes, se les puso a la par y les dispararon varias veces. No hubo heridos. Hace un mes en una audiencia imputativa fueron acusados por ese hecho Alejandro Isaías “Chucky Monedita” Núñez, Jonatan Ribles y Andrés Bladimir “Colo” Navarro.

Chucky Monedita y Ribles fueron acusados por “homicidio calificado por precio o promesa remuneratoria agravado por uso de arma de fuego en grado de tentativa y en carácter de instigadores”; mientras que “Colo” Navarro fue imputado como coautor de “homicidio agravado por uso de arma de fuego en grado de tentativa”. Los tres acusados ya estaban detenidos.

En ese expediente ya había sido acusados en abril pasado uno de los tiratiros, Gabriel González, y el taxista Jorge Inocencio Ojeda, quien según la acusación hizo un seguimiento sobre Argüelles en octubre de 2020, meses antes de que se concretara el ataque para marcarle a los tiratiros dónde lo podían emboscar.

“Es la tercera vez que me amenazan o bien me entero que van a matarme. Cuando tomé la decisión de declarar en el futuro juicio a Alvarado sabía a lo que me arriesgaba; pero creo que es un acto justo declarar y que Dios me protege. Estuve muchos años con Alvarado y no hay detrás de mí ninguna historia oscura, soy un hombre que cometió errores y estoy dispuesto a afrontarlos y a disposición total de la Justicia. Temo por mi vida, pero esta vez atentaron contra mi familia y eso ha creado un malestar en mucha gente”, explicó Argüelles en ese momento.

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