Leyes: “Camejo les ha hecho tanto daño a los trabajadores de la fruta y al sindicato, que debería terminar preso”
Trabajadores de la fruta de la ciudad de Concordia celebraron la intervención del Sindicato de la Fruta dispuesta por la Federación Argentina de Trabajadores Rurales, Estibadores y Fruithortícolas Unidos (FATREFU), una medida largamente reclamada por el sector. Sin embargo, además de expresar su alivio, exigieron la inmediata normalización de la obra social, la convocatoria a elecciones transparentes y que la Justicia actúe para que el ex secretario general del gremio, Alcides Camejo, entregue la sede sindical.
Uno de los testimonios más duros fue el de Antonio “Tonino” Leyes, trabajador del sector y denunciante judicial de Camejo, quien dialogó tras conocerse la intervención.
“Estamos contentos con los compañeros, porque esta denuncia la venimos haciendo hace más de 20 años. Sabemos lo que estaba pasando en el sindicato y hoy creemos que se está empezando a hacer justicia. Fueron años de discriminación, de castigos a los compañeros, de negar la obra social según a quién le caía bien o mal uno”, expresó.
Leyes remarcó que, pese a la satisfacción, todavía reclaman que la intervención se concrete efectivamente: “Queremos estar seguros de que se haga realidad y de que entreguen el lugar. Camejo le hizo tanto daño al trabajador frutero que no dejó nada. Ojalá se llame a elecciones limpias, como todos queremos, y que el que gane saque adelante el sindicato y termine con la esclavitud en la cosecha y en los empaques”.
Según relató, ya mantuvieron reuniones con el interventor Iván Amaro, quien les confirmó avances en el proceso de intervención. En ese marco, Leyes volvió a insistir en que Camejo “ya no representaba a los trabajadores” desde hace tiempo: “Nos considerábamos personas de cuarta. Antes uno iba con un recibo y era respetado; hoy ni recibo te dan, te llevan de madrugada y te traen de noche por dos pesos. Es una esclavitud”.
El trabajador también apuntó contra la conducción sindical por las graves consecuencias sociales que, según su testimonio, dejó entre las familias del sector: “Le hizo muchísimo daño a la gente de la fruta. ¿Para qué tanto sacarle al obrero? La gente llega cansada a la casa y apenas le alcanza para darle un plato de comida a sus hijos. Mientras tanto, se negoció para bienes propios, no para el trabajador”.
En cuanto a la entrega de la sede gremial, Leyes confirmó que Camejo se habría negado a abandonar el edificio y que incluso se registraron hechos de violencia cuando fue notificado oficialmente el pasado 3 de noviembre. Por ese motivo, el interventor debió habilitar una sede provisoria en la Galería Céntrica de Concordia para atender a los afiliados, avanzar con nuevas afiliaciones y comenzar a reactivar la obra social.
“Hoy está todo tirado, todo fundido. El sindicato era nuestra casa, teníamos deportes, bochas, fútbol, beneficios para los compañeros. Hoy no quedó nada. No sé si él se va a sentir orgulloso de andar por la calle después de todo el daño que hizo”, manifestó.
Finalmente, Leyes fue categórico al reclamar una respuesta judicial: “Camejo tiene que pagar por todo lo que hizo. Para nosotros ya no nos representaba hace mucho. Si la Justicia actúa, tiene que terminar preso”.
A pesar de los años de conflicto y de las denuncias, el trabajador cerró con un mensaje de esperanza: “Hay que tener fe. Después de tanto luchar y denunciar, hoy nos sentimos más cerca de revertir todo esto. Vamos a seguir confiando y luchando junto a los compañeros”.
