La NASA encontró los componentes para formar vida en un asteroide cercano a la Tierra
El descubrimiento confirma que la química que permite construir moléculas esenciales para la generación de organismos vivos estaba disponible en el sistema solar desde hace miles de millones de años.
La NASA confirmó esta semana que muestras analizadas del asteroide Bennu contienen todos los componentes necesarios del ARN (ácido ribonucleico), molécula fundamental para la formación de la vida.
El anuncio generó una reacción inmediata en laboratorios y grupos de investigación, porque implica que la química que permite construir moléculas esenciales para la generación de organismos vivos estaba disponible en el sistema solar desde hace miles de millones de años.
Además del conjunto completo de piezas del ARN, los científicos de la agencia espacial encontraron glucosa, un material polimérico desconocido y una abundancia poco común de polvo de supernova, elementos que consolidan a Bennu como uno de los archivos naturales más reveladores sobre el origen de los ingredientes biológicos.
Vale aclarar que estos compuestos orgánicos no equivalen a vida, pero sí a los ingredientes base que permiten que exista: moléculas que, combinadas en el entorno adecuado, pueden dar origen a estructuras más complejas.
Qué es el asteroide Bennu
Bennu es un asteroide cercano a la Tierra que forma parte de la familia de los llamados objetos potencialmente peligrosos, no porque represente una amenaza inminente, sino porque su órbita pasa relativamente cerca de la de nuestro planeta.
Tiene un diámetro de aproximadamente 500 metros y una composición rica en carbono, lo que lo convierte en un objetivo privilegiado para estudiar materiales que se formaron en las etapas más antiguas del sistema solar. Su estructura porosa y poco alterada lo hace especialmente valioso como depósito natural de compuestos orgánicos.
La NASA lo eligió para la misión OSIRIS-REx justamente porque conserva minerales y moléculas que no pasaron por procesos de calentamiento extremos ni por transformaciones violentas. Es, en términos científicos, un fósil químico del sistema solar.
Al traer muestras intactas de su superficie, los investigadores pueden analizar directamente materiales que tienen más de 4000 millones de años y que ofrecen pistas sobre cómo se formaron los primeros compuestos orgánicos que hoy se consideran esenciales para la vida.
Por qué los descubrimientos en Bennu son tan importante para entender el origen de la vida
La presencia combinada de ribosa y fosfatos es un dato clave. Este tipo de moléculas no suele encontrarse juntas de manera natural, especialmente en objetos tan antiguos y poco alterados como Bennu. Para los investigadores, este hallazgo respalda la idea de que parte de los componentes orgánicos esenciales que terminaron participando en los primeros procesos biológicos de la Tierra podrían haber llegado desde el espacio, incorporados por asteroides que impactaron en nuestro planeta durante su fase temprana.
Los análisis también confirmaron la existencia de glucosa en las muestras, algo que no se esperaba en un cuerpo de este tipo. A eso se suma un material polimérico aún no identificado, cuya estructura y formación están siendo estudiadas en detalle. La combinación sugiere que Bennu atravesó reacciones químicas mucho más complejas que las previstas, posiblemente en ambientes con agua líquida en el pasado o en regiones del sistema solar donde los compuestos orgánicos evolucionaban bajo condiciones extremas.
Otro de los aspectos más llamativos es la presencia de polvo de supernova, partículas generadas por estrellas que explotaron antes de la formación del Sol. Este rastro permite reconstruir parte del origen de Bennu y aporta datos sobre el entorno cósmico en el que se formaron los materiales que más tarde darían lugar a planetas y, eventualmente, a sistemas capaces de sostener vida.
La combinación de estos elementos convierte a Bennu en un registro natural único. Aunque no significa que el asteroide haya albergado vida, sí muestra que el espacio estaba lleno de los ingredientes necesarios para que la biología pudiera surgir cuando se dieran las condiciones adecuadas.
¿Y ahora? Qué sigue para las muestras de Bennu
Las muestras serán analizadas en laboratorios especializados de Estados Unidos y Japón. Los equipos de ambos países trabajan para determinar cómo interactuaron estos compuestos a lo largo de miles de millones de años y si el material polimérico desconocido puede revelar nuevos procesos químicos que hayan sido fundamentales en la etapa previa a la aparición de los primeros organismos.
Para la NASA, cada nuevo resultado acerca a una respuesta que la ciencia busca desde hace décadas: cómo pasó el universo de tener moléculas aisladas a generar química capaz de sostener vida. Bennu, con su estado casi intacto y su mezcla de compuestos orgánicos, se posiciona como una de las piezas más prometedoras para reconstruir ese camino.
