Pobreza: aseguran que la cifra real se ubica en el 73,3% en Argentina
Un informe del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica advierte sobre las formas de medir la pobreza. Y afirma que “la clase media apenas existe”.
El Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) aseguró que la pobreza en Argentina alcanzó al 73,3%. El dato se ubica casi 20 puntos por encima del relevado por el Observatorio de Deuda Social de la Universidad Católica Argentina que fijó la cifra en el 55%. “La clase media apenas existe”, afirman.
73,3%: el verdadero número de la Pobreza en Argentina. Tres cuartas de la sociedad argentina ‘malviven’, pero aún seguimos hablando de un país de clase media”, publicó la CELAG en su cuenta de X.
“Si no asumimos este diagnóstico, esto es, que la Argentina de hoy vive mayoritariamente en condiciones de pobreza, seguiremos insistiendo en el error de proponer un proyecto político, social y económico sin anclaje en la realidad”, agregó en la publicación.
El director de la CELAG y doctor en economía, Alfredo Serrano Mancilla, dio a conocer en “X” un breve informe sobre la actualidad socioeconómica de la Argentina en el que da cuenta de cómo llegaron a la cifra en cuestión. “Hay muchas cifras que corroboran este ‘Mal Vivir’ en estos ocho meses de gobierno de Milei. Y todas coinciden en lo mismo: la clase media apenas existe y la clase pobre es la mayoritaria”, afirmó.
En base a los datos de la Encuesta Permanente de Hogares del Primer Trimestre de 2024 del INDEC, el economista comenzó señalando que el ingreso promedio de las familias argentinas es muy poco representativo de la realidad social. “Con una distribución tan desigual resulta mucho más riguroso analizar el valor de la mediana que el de la media. ¿Por qué? Porque apenas hay hogares argentinos que tengan ingresos cercanos a la media, y porque la media no está en la mitad de la distribución sino desplazada hacia la derecha, como se puede advertir en el gráfico 1. Existe un 68% por debajo de ese ‘valor medio’ y un 32% por encima”, indicó.
En esa línea, el economista consideró que lo más pertinente entonces sería “prestarle atención al valor de la mediana: el 50% de los hogares argentinos tienen un ingreso mensual per cápita por debajo de 198.000 pesos. Esta mitad del país es pobre. Esta mitad y un poco más: la pobreza en Argentina afecta al 55% de la sociedad. Pero este número es insuficiente para dimensionar la pobreza real, debido a que este tipo de medidas ignoran a los hogares que cuentan con ingresos muy próximos al umbral”.
A continuación, explicó por qué considera que dicha cifra no permite dimensionar el alcance real. “Si un hogar posee 100 pesos más que el valor de la canasta básica total (CBT), solo 100 pesos más, dejaría de ser considerado pobre según los cálculos habituales. Sin embargo, ¿sería correcto afirmar que un hogar con un ingreso per cápita de 222.332 pesos mensuales es pobre, pero un hogar con un ingreso per cápita de 222.352 pesos mensuales no lo es?. No es correcto”, respondió.
Siguiendo con su análisis, Serrano Mancilla señaló que esos hogares no pueden ser incluidos dentro del umbral de la clase media. “Esos hogares son ‘casi pobres’: están justo en el límite, son vulnerables, y de ninguna manera son clase media. En el gráfico 2, observamos que existe un 18,3% de hogares ‘casi pobres’ que tienen ingresos en el rango de 1 a 1,5 CBT. En definitiva, si realmente nos preocupa la pobreza en serio, deberíamos contemplar la suma de los unos y los otros, los ‘pobres’ más los ‘casi pobres’. O sea: un 73,3%”, manifestó.
“Tres cuartas de la sociedad argentina ‘malviven’, pero aún seguimos hablando de un país de clase media”, cuestionó el economista y añadió: “Si no asumimos este diagnóstico, esto es, que la Argentina de hoy vive mayoritariamente en condiciones de pobreza, seguiremos insistiendo en el error de proponer un proyecto político, social y económico sin anclaje en la realidad. Esto sería lo mismo que querer hablar con una cotidianeidad que no existe. Y así es imposible ser eficaz a la hora de ‘Hacer Política’”, completó.