Tras la inflación de marzo, Massa apura medidas y las consultoras ya miden un aumento a 7% para abril
El Banco Central debatirá una nueva suba de tasas y Economía podría dar una primera señal de rendimientos en la licitación de bonos de este miércoles. Buscan reforzar controles a supermercados y almacenes, que aumentaron el doble que Precios Justos.
La inflación de marzo, nuevamente más alta de lo esperado por el consenso del mercado, apuró al Gobierno a recalibrar políticas para contrarrestar el ritmo de suba de precios, en paralelo a la nueva negociación que abrió con el Fondo Monetario Internacional para revisar las bases del acuerdo de manera más profunda. Aunque no hay aún pistas, el equipo económico prometió medidas antinflacionarias rápido, mientras en las dos primeras semanas la suba de precios corre ya a un ritmo que, a algunas consultoras, les hace estimar el IPC de abril también en un número cercano al 7 por ciento.
El diagnóstico que hizo el Ministerio de Economía de la causas que explicaron el salto de la inflación en el tercer mes del año incluyó múltiples motivos, entre ellos un impacto persistente de la sequía, pero también de la gripe aviar que habría encarecido de manera extraordinaria algunos alimentos, y desde un punto de vista de los controles, la Secretaría de Comercio acusó al circuito de comercios de proximidad, que están al margen de Precios Justos, de haber aumentado los alimentos y bebidas casi 12%, más del doble de lo que aumentaron esos bienes alcanzados por el programa oficial.
No hubo, en el cúmulo de razones que esgrimieron desde el Palacio de Hacienda para explicar por qué aceleró en esa medida la inflación, elementos macroeconómicos que en general circulan en los despachos oficiales, como una aceleración de los dólares paralelos que despierta expectativas. En ese marco, el Banco Central discutirá esta semana, en un debate que tomará forma final el jueves durante la reunión de directorio sobre si el nivel actual de tasas de interés (78% nominal anual, 113% en términos efectivos) sigue siendo efectiva. El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) marcó una expectativa de inflación para 2023 de 110%, algo que probablemente sea revisado al alza en la próxima entrega.
Desde Economía no dieron precisiones sobre qué alcancen tendrías las nuevas medidas, aunque solo aseguraron que serán presentadas en los próximos días. El secretario de Comercio Matías Tombolini dejó saber que el Gobierno buscará profundizar los controles sobre el canal de cercanía, que incluye almacenes y supermercados de barrio, y que representan más del 60% del consumo de los hogares.
Los técnicos de la secretaría detectaron que en ese circuito comercial los precios avanzaron mucho más aceleradamente que en el índice general del Indec o que del muestreo que arroja Precios Justos. En ese sentido, la leche y otros productos lácteos subieron 5,1% bajo el paraguas del programa de precios, mientras que los bienes que se movieron al margen de esos controles lo hicieron 12,2 por ciento (el Indec marcó un 9% ese mes). La diferencia más grande se dio en verduras: 0,8% de Precios Justos contra 19% en comercios de cercanía.
La premura del Poder Ejecutivo para alinear nuevas medidas o reforzas las vigentes está relacionada, además, con los primeros datos medidos por consultoras privadas sobre los precios en abril, que estarían cerca del 7% nuevamente. El viceministro Gabriel Rubinstein había asegurado que al quitar de la ecuación algunos de los factores que empujaron hacia arriba el IPC -aumentos estacionales en Educación por el inicio de clases, entre ellos- debería esperarse “un descenso de cierta magnitud en el índice general”. El único dato levemente positivo que leyeron en el Gobierno es que la inflación núcleo, que descarta precios estacionales y regulados, desaceleró desde 7,7% a febrero a 7,2% en marzo.
La Fundación FIEL midió en la primera semana de abril una inflación de 3,1% general y de 3,9% en alimentos, en un relevamiento que realiza ese centro de estudios en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Para las últimas cuatro semanas, su sondeo registra un 7,6% de avance general de precios y 10,2% en alimentos.
Para la consultora LCG, “en la segunda semana de abril el índice cerró con un aumento de precios del 2,9% semanal, acelerando en 0,4 puntos respecto a la semana previa. En lo que va del mes se acumula un incremento total del 5,5%. La inflación promedio mensual aceleró por segunda semana consecutiva, ubicándose en el 5,6%”, indicaron en un informe reciente.
“Esta semana el porcentaje de productos con aumentos de precios continuó por encima del promedio de las últimas 4 semanas: 33,4% de la canasta total. A pesar de contar con 2 semanas de pocas subas, el promedio mensual de productos con aumentos es de 24,6% actualmente. Esto significa que el total de la canasta ajusta, en promedio, una vez por mes”, estimaron.
Por otra parte, LCG consideró que no hay demasiados elementos que expliquen la aceleración inflacionaria más allá de la inercia y las expectativas desancladas. “Más allá de los aumentos autorizados de cada mes, lo que preocupa es que no parece haber un factor puntual que esté empujando la inflación”, apuntó la consultora.
“Las tarifas y el tipo de cambio corren todavía por detrás a los precios, la actividad no tiene un dinamismo para impulsar al alza a los precios, los salarios lejos están de ganar la carrera y los factores de oferta a nivel internacional están cediendo. Simplemente las expectativas de inflación parecen ser las que la sostienen en registros de 3 dígitos, con el riesgo de tener un dato mensual de dos dígitos más temprano que tarde”, continuó.
En tanto, EcoGo estimó, con datos de la primera semana del mes, que la inflación proyectada para todo abril sería de 6,5% y de 7% para los alimentos, una estimación que, de todas formas, será actualizada en breve. Si se analizara la suba de precios solo de la primera semana, la inflación de esos siete días fue de 2 por ciento. En comparación, ese ritmo semanal fue más alto de todos los que registró marzo.
Por su parte, Invec opinó que “todo parece indicar que, luego de conocerse el -muy mal- dato inflacionario de marzo, el Banco Central incrementaría la tasa de las Leliq. Bajo el esquema actual, el BCRA define la tasa de política monetaria dentro de un ‘corredor’, donde las tasas del Tesoro -convalidadas en licitaciones primarias- hacen de ‘techo’”, aseveró.
“En marzo, el Ministerio de Economía colocó Ledes a una tasa efectiva promedio de 124%, incrementándola en 6 puntos versus la TEA de febrero. De esta manera, la autoridad monetaria tiene margen para volver a subir la tasa de las Leliq -y por ende la de plazos fijos y pases-, que hoy rinde una tasa de 113,3% (78% tasa nominal anual). Si bien aún se desconoce la magnitud de la suba, de repetirse el comportamiento del último mes cabría esperar un incremento de al menos 3 puntos, llevándola la tasa nominal a 81% (119,4% efectiva anual), arriesgó Invecq.