El Concejo Deliberante de Concordia reconoció y otorgó distinción como Veterana de Guerra de Malvinas a Alicia Mabel Reynoso
Este jueves 4 de mayo, en la sesión del Concejo Deliberante de nuestra ciudad, se declaró veterana de Malvinas a Alicia Reynoso, por su labor en la guerra de 1982.
Reynoso durante la Guerra de Malvinas se desempeñó en el hospital móvil de campaña de Comodoro Rivadavia como personal civil de la Fuerza Aérea, donde ella y otras enfermeras atendieron a los heridos de combate. Luchó más de una década en la justicia para ser reconocida como ex combatiente, logró obtener la pensión del Gobierno de Entre Ríos como veterana de la guerra de Malvinas y se convirtió en la primera heroína de la provincia en obtener este reconocimiento.
Le llevó 11 años ya que en la ley argentina sólo era considerado veterano de guerra el que estuvo dentro de cierto perímetro de las islas, además el hecho de ser mujer generó cierto recelo por parte de militares que sentirían que la existencia de veteranas de alguna manera les robaba protagonismo.

Así que en 2009 inició un juicio al Estado ya que no se la reconocía como excombatiente porque no participó en acciones bélicas dentro del Teatro de Operaciones del Atlántico Sur (TOAS). Recién el 7 de mayo del 2021 recibió la sentencia de la Cámara Federal de Seguridad Social que confirmó su derecho de percibir los beneficios para los excombatientes del conflicto del Atlántico Sur. También fue una de las primeras mujeres en recibir el DNI con la leyenda «excombatiente, heroína de la Guerra de las Islas Malvinas».
Y este año, luego de ella haber realizado los trámites pertinentes, al fin la provincia de Entre Ríos le otorgó la pensión, en el marco de la Ley Provincial 9.216.
El Concejo Deliberante de Concordia reconoció entonces que no solo participaron hombres sino que reconocieron el rol fundamental de las mujeres en la guerra de Malvinas.
“Se va a compartir un documental que cuenta toda su labor en Malvinas, toda su trayectoria de vida, laboral, profesional y todo lo que hoy significa su presencia y su impronta; todo eso nos hace generar este reconocimiento”, explicaba la Concejal Cristina Guitar.
Apoyando estas palabras el concejal Etchepare dijo: “Cuando yo enseñaba el 2 de Abril, enseñaba lo que nos decían estos manuales, o los eruditos, especialistas en cada disciplina, hasta que vi la posibilidad de replantearme; cuando tuve que hacer la revisión de lo que se enseñaba el 2 de Abril, aprendí que no solo participaron hombres en la guerra de Malvinas, que eso lo reconocen incluso hombres que luego de esa revisión que se hizo, reconocieron el rol fundamental de las mujeres en la guerra de Malvinas; y eso no quiere decir estar en contra de nadie, o tener posiciones antagónicas, o desoír las voces, lo que se busca es escuchar a todos, es ampliar derechos, es tener las posibilidades de replantearnos como vemos la historia y como hacemos protagonistas a todos de la verdadera historia, y no me parece que en esto estemos excluyendo o desoyendo, me parece que habla muy bien de nosotros que hagamos una revisión de nuestra historia y nos demos la oportunidad y tengamos la humildad de ampliar derechos, y ver lo que paso realmente y ver los roles que cada uno ocupó en la historia, tanto hombres como mujeres, minorías o todos los que fueron participes. Y en esto cuando me pongo a revisar encuentro muchas veces el nombre de Alicia Reynoso, de una entrerriana y me encuentro con mucho de sus relatos, e incluso autores que le han hecho entrevistas reconocen que no conocían esta parte de la historia, entonces no está mal que revisemos la historia. Para mí es un honor que ella esté acá y como docente vuelvo a reivindicar, que reveamos la historia y contemos la verdadera historia, que no tiene por qué excluir a nadie”, concluyó.
Según la concejal Lía Solís a Reynoso le costó tanto ser reconocida como veterana por el hecho de ser mujer, “constantemente se pretende invisibilizar el labor, el desempeño de las mujeres; a Alicia le llevo 11 años ese reconocimiento, me avergüenza a veces sentir que esto va más allá del reconocimiento sino que es una cuestión de género”, desde su parte aseguró que “voy a seguir viviendo luchando por las mujeres porque no puede ser que constantemente nosotras tengamos que luchar el triple para tener los mismos derechos que los hombres”.
Al recibir el reconocimiento Alicia expresó que “la historia no se terminó de contar, ¿qué quiere decir esto? Que habíamos contado una media historia de Malvinas, falta otra media historia contar. Ojala yo viva lo suficiente para escuchar esa otra mitad, en las que estaban las mujeres; hay un montón de soldados que faltan reconocer, porque el militar se preparó toda la vida para ir a la guerra, pero el soldado no, al soldado lo sacaron de su casa y lo metieron en una guerra, tenían 18 años. Cuando nos veían a nosotros en los aviones, fuimos una parte madres, padres y demás, pero no entendían que hacíamos nosotras ahí, por eso lamento que no se sepa esta historia, que como mujeres nos empoderamos desde el respeto, porque parece ser que para empoderarse hay que mostrar la cola, hay que mostrar las lolas, entonces “mira ahí están las locas”. No, estas locas no fueron así, estas locas dieron lo que tenían que dar por el país, le guste a quien le guste, y le moleste a quien le moleste, por eso en el 2009 estas mujeres levantaron la bandera por la visibilidad, por supuesto que se me dijo loca, mitómana, mujer de la vida; pero a mí no se me mojaron los borcegos con la turba malvinera como dicen los que andan por ahí, ¿saben con que se me mojaron los borcegos? con sangre, y eso no me hace ni más ni menos veterana, pero la historia la contaron los hombres, como la vienen contando desde hace años, parece ser que hace poco nos enteramos que Belgrano no había cosido la bandera, había una mujer que la había cosido, hace poco nos enteramos que hay una madre también de la patria afroargentina que tampoco la nombramos; entonces esto también iba a pasar con las mujeres de Malvinas, nos iban a pluralizar, no señores y señoras, tenemos una identidad, estamos vivas y podemos contar la historia en vida, yo la viví, no me la contó nadie, no me contó nadie como venían esos soldados mal alimentados y mal vestidos de una guerra injusta, de un gobierno que se quería perpetuar en el poder y no tuvo mejor remedio que organizar una guerra, ellos se quedaron en Buenos Aires y mandaron a las mujeres y los niños.

Continuó, “quizá esto molesta y soy un granito en un mal lugar, pero como país tenemos que crecer y para crecer tenemos que saber las verdades, para tratar este tema hay que ir a los tratados internacionales, ocho jueces me vieron, ocho jueces me escucharon; yo lo lamento por los señores veteranos que seguramente pasaron por mis manos, les habré hecho alguna atención, porque como mujer seguramente los recibí en el nacimiento como enfermera, y seguramente les habré cerrado los ojos cuando se fueron de este mundo, y no es posible pensar que la guerra es de ellos; creo que ojala nunca sucediera algo, pero creo que todos los que estamos acá sin distinción de género iríamos a representar la Argentina, o casi todos, pero bueno, acá estamos, acá estuvimos y acá estaremos defendiendo a esas mujeres”.
Y dijo con mucho orgullo, “estoy formando la historia detrás de Juana Azurduy; esta entrerriana, enfermera, mujer; como mujer orgullosa, como enfermera doy fe que por algo deben existir las enfermeras, alguien me dijo una vez: “un ángel del silencio”, puede ser, pero por sobre todas las cosas, están las veteranas de guerra, y empezamos a nombrarlas con la naturalidad que dicen: “doctor, doctora”, “escribano, escribana” , también tenemos que empezar a nombrar “veteranos y veteranas”, porque lo que no se nombra, se olvida, y a nosotras casi nos borraron de la historia, digo “casi”, porque no pudieron, y eso molesta, molesta porque se han contado muchas mentiras, pero lo mío es verdad desde el principio al fin”, concluyó.
