Boca Juniors goleó a Barracas Central y se subió a la cima de la Liga Profesional
El encuentro se jugó en la cancha de All Boys, donde hace de local El Guapo, y fue arbitrado por Patricio Loustau. Los goles fueron marcados por Villa, empató Neri Bandiera de cabeza tras un tiro de esquina y en el complemento ampliaron para el “Xeneize”, Pol Fernández y Zeballos de gran partido.
Aprovechando las dimensiones del estadio del Albo, el Guapo propuso un equipo corto, con muy poco espacio entre líneas. Y apostó a los lanzamientos largos, pensando en la segunda jugada, o en buscar el rebote con el bloque completo adelante. En consecuencia, resultó un trámite incómodo para el campeón de la Copa de la Liga, al que le costó la elaboración, y tuvo al Changuito Zeballos como llave principal de desequilibrio. A los 4 minutos, edificó una apilada a pura habilidad por derecha, pero a su remate, tal vez porque llegó sin piernas, le faltó potencia.
El local, dicho quedó, lastimó con un planteo directo. A los 3’ lo tuvo Mouche con una arremetida tras una pelota parada. Y a los 30 Valenzuela quedó de frente a Rossi tras una acción por la izquierda, pero su resolución salió al medio y controló Rossi.
El conjunto auriazul tenía la pelota, pero lejos del área. Hasta que a los 41 minutos Villa sacó un remate lejano, furioso y con efecto, que se clavó en el ángulo del arquero Saracho: 1-0. Pero casi no consiguió paladearlo el Xeneize. Es que a los 46 Matías Tapia ejecutó un córner y Neri Bandiera cabeceó para volver a sellar la igualdad antes del descanso.
Boca siguió siendo el que más buscó, a pesar de las dificultades para lastimar. Ante la falta de recursos, Marcos Rojo probó desde afuera del área y Saracho rechazó por encima del travesaño. Pero con los de Battaglia más decididos, el gol apareció.
A los 13 minutos del complemento, una fórmula probada volvió a funcionar. Villa alargó para Fabra, quien envió un buscapié potente, tanto que Pol Fernández, en posición de 9, solo tuvo que poner el botín. Y el 2-1 vino acompañado por otra acción que acompañó el quiebre: fue expulsado Glaby (correcta decisión) por doble amarilla.
Así, con más espacios y el rival lanzado, Boca halló facilidades. Y brotó el tercero a los 22’. Zeballos presionó y ganó, Villa lo habilitó y, cara a cara con el portero, lo gambeteó y terminó anotando mientras se caía al suelo: 3-1.