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Boca Juniors goleó a Barracas Central y se subió a la cima de la Liga Profesional

Boca Juniors, el actual campeón del fútbol en la Argentina, cerró como visitante la jornada de domingo ante Barracas Central en el barrio porteño de Floresta, a quien goleó por 3 a 1 en el partido saliente de los cinco que le dieron continuidad a la cuarta fecha y en el sumó un nuevo éxito en la Liga Profesional de Fútbol (LPF).

El encuentro se jugó en la cancha de All Boys, donde hace de local El Guapo, y fue arbitrado por Patricio Loustau. Los goles fueron marcados por Villa, empató Neri Bandiera de cabeza tras un tiro de esquina y en el complemento ampliaron para el “Xeneize”, Pol Fernández y Zeballos de gran partido.

Aprovechando las dimensiones del estadio del Albo, el Guapo propuso un equipo corto, con muy poco espacio entre líneas. Y apostó a los lanzamientos largos, pensando en la segunda jugada, o en buscar el rebote con el bloque completo adelante. En consecuencia, resultó un trámite incómodo para el campeón de la Copa de la Liga, al que le costó la elaboración, y tuvo al Changuito Zeballos como llave principal de desequilibrio. A los 4 minutos, edificó una apilada a pura habilidad por derecha, pero a su remate, tal vez porque llegó sin piernas, le faltó potencia.

El local, dicho quedó, lastimó con un planteo directo. A los 3’ lo tuvo Mouche con una arremetida tras una pelota parada. Y a los 30 Valenzuela quedó de frente a Rossi tras una acción por la izquierda, pero su resolución salió al medio y controló Rossi.

El conjunto auriazul tenía la pelota, pero lejos del área. Hasta que a los 41 minutos Villa sacó un remate lejano, furioso y con efecto, que se clavó en el ángulo del arquero Saracho: 1-0. Pero casi no consiguió paladearlo el Xeneize. Es que a los 46 Matías Tapia ejecutó un córner y Neri Bandiera cabeceó para volver a sellar la igualdad antes del descanso.

Boca siguió siendo el que más buscó, a pesar de las dificultades para lastimar. Ante la falta de recursos, Marcos Rojo probó desde afuera del área y Saracho rechazó por encima del travesaño. Pero con los de Battaglia más decididos, el gol apareció.

A los 13 minutos del complemento, una fórmula probada volvió a funcionar. Villa alargó para Fabra, quien envió un buscapié potente, tanto que Pol Fernández, en posición de 9, solo tuvo que poner el botín. Y el 2-1 vino acompañado por otra acción que acompañó el quiebre: fue expulsado Glaby (correcta decisión) por doble amarilla.

Así, con más espacios y el rival lanzado, Boca halló facilidades. Y brotó el tercero a los 22’. Zeballos presionó y ganó, Villa lo habilitó y, cara a cara con el portero, lo gambeteó y terminó anotando mientras se caía al suelo: 3-1.

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