A 35 años de la consagración en México
El imposible pase de Diego y la inolvidable corrida de Burruchaga
Como si no hubiera bastado con sus extraordinarias intervenciones en el camino hacia la final, con los épicos dobletes ante Inglaterra y Bélgica, Diego Armando Maradona tenía guardada su última carta para sacarla en el momento más delicado.
Faltaban apenas siete minutos para finalizar el tiempo reglamentario y Alemania Federal acababa de levantar un 0-2 que parecía estar listo para sentencia. La gloria estaba a la vuelta de la esquina, pero se encaprichó y hubo que reconquistarla. Y el eterno 10 iba a ser el encargado de hacerlo, con otra muestra de su eterno romance con la pelota.
Tan clara la tenía Diego que no precisaba estar de frente al arco rival para poner una pelota de gol. Posado en mitad de cancha y rodeado por tres rivales, arqueó su cuerpo sin necesitar control para un pase de cabeza de Giusti y soltó un pase magistral con zurda que puso a correr a Jorge Burruchaga.
Y ahí se inició la electrizante corrida hacia la gloria del entrerriano, que adelantó la pelota dos veces –la segunda vez se le fue demasiado- hasta definir con derecha entre las piernas de un dubitativo Schumacher, prácticamente en el área chica.
Hoy se cumplen 35 años de la consagración definitiva del oriundo de Gualeguay, que en ese momento tenía 26 años y venía de ser campeón nacional, de la Libertadores y de la Intercontinental con Independiente entre 1983 y 1984. Burruchaga, que junto a Bilardo, Diego y compañía, luego fue subcampeón en Italia 1990, jugó entre 1983 y 1990 en la Selección Argentina, totalizando 59 encuentros y 13 conquistas.
El “Burru” se inició profesionalmente en Arsenal de Sarandí, donde jugó en la B entre 1979 y 1982. De allí pasó a Independiente y formó parte de un glorioso ciclo que incluyó todas las mencionadas conquistas. En 1986 se marchó a Francia, donde se destacó en Nantes (jugó hasta 1992) y jugó su última temporada en Valenciennes. Regresó al país en 1995 y jugó hasta 1998 en Independiente, levantando la Supercopa y la Interamericana.
En 1999 inició su carrera como entrenador en Defensa y Justicia y al año siguiente dirigió a Los Andes. Hasta adquirir notoriedad por lo conseguido en Arsenal de Sarandí, entre 2001 y 2006, llevando al club por primera vez a la elite y siendo protagonista de varios campeonatos.
Estudiantes, Independiente, Banfield, un regreso a Arsenal, Libertad de Paraguay, dos ciclos en Atlético Rafaela y Sarmiento de Junín fueron sus siguientes incursiones, la última de ella en 2016.
En los últimos años cumplió funciones de manager en la Selección Argentina e Independiente, de donde se alejó a fines de 2020.