Perros Potencialmente Peligrosos: Se implementarán multas de hasta 300 mil pesos para daños severos
La ciudad de Concordia avanza con la aprobación de una nueva ordenanza que busca atender una problemática histórica: el cuidado responsable de animales domésticos, en especial de perros considerados potencialmente peligrosos. Aprobada por unanimidad en la última sesión ordinaria del Concejo Deliberante, la normativa tiene como objetivo principal regular y mejorar la convivencia entre personas y animales, a la vez que promueve la protección y el bienestar animal.
¿Qué establece la ordenanza?
La nueva normativa consta de 40 artículos divididos en capítulos, abarcando aspectos clave como la tenencia responsable, la prohibición de maltrato y abandono, el registro obligatorio de ciertos animales y la implementación de medidas de seguridad específicas para prevenir incidentes.
Uno de los puntos más relevantes es la prohibición explícita del maltrato y el abandono animal, un capítulo que busca reforzar los derechos de las mascotas en Concordia y establecer sanciones concretas para quienes incumplan estas normas. La ordenanza también regula la tenencia de perros potencialmente peligrosos, exigiendo medidas de seguridad en los hogares que alberguen este tipo de animales, como cercos adecuados y condiciones que impidan el escape de los mismos.
Además, se introduce el uso obligatorio de microchips para perros clasificados como peligrosos. Este sistema permitirá un control más eficiente, ya que cada microchip contendrá información trazable del animal y de su propietario, lo que facilitará la gestión de casos en los que estos perros puedan estar involucrados en incidentes de mordeduras o agresiones.
Otro avance significativo es la creación de un registro de perros mordedores, que se suma al ya existente registro de perros potencialmente peligrosos. Este sistema busca mejorar el control de animales que hayan protagonizado incidentes, permitiendo a las autoridades municipales seguir de cerca cada caso y evitar posibles reincidencias.
La ordenanza establece un régimen sancionatorio dividido en dos escalas: infracciones leves e infracciones graves. Las leves tendrán multas de uno a cinco juristas, que serían desde 15 mil hasta 75 mil pesos, mientras que las graves oscilarán entre cinco y veinte, siendo así desde 75 mil hasta 300 mil pesos. En casos de reincidencia, el juez de faltas podrá duplicar el máximo de la sanción correspondiente, buscando generar un impacto disuasivo en los propietarios que no cumplan con las disposiciones.
Estas sanciones estarán acompañadas de campañas de concientización y controles reforzados. Según explicó la concejal Eliana Lagraña, autora de la ordenanza, el éxito de la normativa radica en su implementación efectiva. Para ello, el municipio trabajará en conjunto con el Departamento de Veterinaria Municipal y asociaciones como la Sociedad Protectora de Animales.
«Es una ordenanza que prioriza tanto el bienestar animal como la seguridad de los vecinos. Buscamos un equilibrio que permita convivir en armonía, pero también prevenir situaciones lamentables como las que hemos vivido recientemente en Concordia con ataques de perros a otros animales y personas», expresó Lagraña a Despertar Entrerriano.
¿Un cambio real o más de lo mismo?
Aunque la normativa parece tener un enfoque centrado, la historia reciente de Concordia muestra un desafío recurrente: la falta de cumplimiento de las ordenanzas. Este problema no solo responde a la falta de controles por parte de las autoridades, sino también a la escasa conciencia de algunos propietarios sobre sus responsabilidades al tener animales.
En este sentido, la nueva ordenanza busca marcar la diferencia, apostando por un trabajo articulado entre el Estado, las organizaciones protectoras de animales y la comunidad en general. Las autoridades municipales ya adelantaron que reforzarán las campañas educativas y que se coordinarán operativos específicos para garantizar el cumplimiento de las disposiciones.
Un llamado a la responsabilidad
El cuidado de los animales domésticos no es solo una cuestión de regulación, sino de educación y compromiso social. Concordia enfrenta ahora el desafío de convertir una ordenanza en acciones concretas que impacten positivamente en la vida de sus habitantes, tanto humanos como animales.
La nueva normativa, con sus innovaciones y sanciones más estrictas, representa un paso adelante en esta materia. Sin embargo, será la responsabilidad conjunta de las autoridades y de los ciudadanos lo que determinará si finalmente se logra el cambio que la ciudad necesita.