La CODESAL es una comparsa
Finalmente, el Poder Ejecutivo provincial, en una solución salomónica, bajó al despachante de Aduanas, Eduardo Cristina, quien todavía no había sido nombrado por decreto, como presidente de la CODESAL y nombró en su lugar a Gastón Raúl Granton, quien fue el segundo de Eduardo Cristina en el Ente Mixto de Administración del Parque Industrial (EMAPI) como Representante Suplente del Departamento Ejecutivo Municipal, designado por Alfredo Francolini en mayo del 2020.
Por sucesivos decretos, el gobernador designó como “asesora de Asuntos Jurídicos de la Corporación para el Desarrollo de Salto Grande” a Sofía Belén Gómez, apoderada legal de la Comparsa Emperatriz.
Un cargo que no existía antes es el de “Secretario General de la Corporación para el Desarrollo de Salto Grande” designándose a Mirko Daian Scattone Martínez, profesor de Ciencias Políticas, Historia y estudiante de la licenciatura en Ciencias Políticas, también de la comparsa Emperatriz.
Por último, designa como responsable Contable de la Corporación para el Desarrollo de Salto Grande a la contadora María Soledad Bordagaray, vocal del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Entre Ríos Delegación Concordia (CPCEER).
DESPEDIDOS SIN DERECHOS
Los despidos cayeron sobre los trabajadores de la CODESAL, negándoles el derecho al trabajo. En la nómina de despedidos figuran madres con tres hijos, cuyo único sostén era ese empleo. Llevaban más de una década trabajando para la corporación, lapso en el cual se destaca su participaron en cursos y capacitaciones para el logro de los objetivos institucionales.
En las comunicaciones -telefonicas- por las cuales se anunciaron los despidos, se aduce: “Se te terminó el contrato y la próxima gestión no te lo renovará”. ¿Deberá esta madre estar obligada a alimentarse a través del nuevo menú de “carcaza” de pollo de los merenderos y comedores comunitarios municipales dependientes de Desarrollo Social? Un infeliz comienzo del año 2024 para los trabajadores, la punta del iceberg de futuras injusticias.
El proyecto de la CODESAL era -según lo afirmó su fundador- para crear un Polo de Desarrollo tendiente a crear fuentes de trabajo y durante su gestión “nunca se echó a un solo trabajador”, ejemplo que siguieron los presidentes que lo sucedieron y que fue tomado como una política de Estado, quebrada hoy por la Comparsa Emperatriz.