En noche histórica, Leandro Blanc fue “Dios” derrotando al “Demonio”
Dicen que la felicidad no es un estado absoluto, sino que es la sucesión de momentos. Se es feliz por momentos vividos, y no siempre, no constantemente. Y vaya si Leandro “Musculito” Blanc tuvo su momento de felicidad en las primeras horas del domingo al consagrarse Tricampeón de Boxeo, algo que es inédito en este deporte en el país.
Vaya si Leandro se vio con derecho a emocionarse hasta las lágrimas luego del fallo de la pelea. Vaya si Leandro va a encontrar otro momento mejor para abrazar a su hijo y apretarlo contra sí mismo con tanta fuerza, y emoción. Vaya si tenía motivos para abrazar y besar también a su esposa, aunque con un “piquito” delicado por el sudor y los restos de sangre que tenía el pequeño gran púgil de nuestra ciudad. Vaya si tenía motivos Leandro para sacarse una y otra foto con los aficionados al bajar del ring, seguir soltando lágrimas y ser poco menos que zamarreado de un lado a otro. Vaya si teníamos motivos nosotros, los concordienses, para estar felices luego de una pelea tremenda que acabábamos de ver.
La pelea se paró, por parte del árbitro Víctor Sánchez, a poco de comenzar el último round, por un (nuevo) cabezazo de Junior “El Demonio” Zárate que ahondó la herida que ya tenía en el arco superciliar derecho el concordiense. El médico también paró la pelea por la emanación de sangre que tenía Blanc y entonces fueron a la decisión de los jurados hasta allí. Entonces, los mismos fallaron: Rosalino Aquino López 105-104, Alejandro Bokser 107-102 y Juan Carlos Palmieri 105-104.
Así las leyó Juan Acosta, el presentador de TyC Sports sobre el ring, obviamente sin dar nombres. Leandro Blanc tenía el brazo izquierdo sostenido por el árbitro del combate, y movía el derecho diciendo “vamos, vamos”, alentándose y también un poco pidiendo que ese fallo sea favorable a él. Y cuando Acosta dijo “retiene el Título Sudamericano”, ahí Blanc no se contuvo más y empezó a brincar sobre el cuadrilátero, siendo poco menos que incontenible para el citado árbitro. Era la felicidad plena, era el momento que estaba esperando y quizá ni escuchó la explosión de la gente que concurrió a ver la pelea, que no fue mucha (no se agotaron las 400 entradas), pero que hizo mucha fuerza por el boxeador local durante la pelea.
Luego vino la clásica invasión al ring por parte de las autoridades, lógicamente, pero también allegados que se sumaron a la alegría. El fortísimo abrazo con “Carita” González, su entrenador, que tenía emoción por dentro porque se lo veía muy tranquilo a pesar del tremendo lindo momento que se vivía. Llegaron los cinturones, con “Músculo” sin parar de llorar, de sollozar de alegría y de recibir “mil” felicitaciones. Un rato antes, e incluso antes del fallo, los dos boxeadores se acercaron al borde del ring y hablaron con Osvaldo Rivero, quien aparentemente les habría propuesto una revancha, preguntándoles si estaban de acuerdo y ambos púgiles habrían asentido. Y estuvo bien, porque se lo dijo antes que los jurados vieran ganador a tal o cual. Luego vino todo lo contado líneas arriba, que le puso el broche de oro una vez más a una noche de boxeo, como tras tantas que se llenaron de gloria con resultados que consagraron a distintos púgiles a lo largo de la historia.
Así, lo de Blanc sigue esa senda que se abrió hace muchos años, y que muestra un camino lleno de gran historia para nuestro boxeo, para nuestra ciudad, porque no hay duda que recupera el trono de gran plaza boxística, sino también sigue siendo cuna de campeones. Quienes aman este deporte se saben jactar, sin arrogancia, que el boxeo es el deporte que más alegrías le dio a Concordia. Y lejos no están con la aseveración. En las primeras horas de ayer domingo tuvimos otra muestra cabal de lo que es el boxeo para la gente, de los campeones que tenemos, porque también hay que decir que Gustavo Vittori completó una excelente vuelta al ring concordiense, al vencer a Claudio Luquez en fallo unánime, tras encarnizados seis rounds donde “Perrito” pudo salir airoso, incluso de situaciones bravas que le tocó enfrentar en un par de rounds.
También hubo felicidad en Marcela “La Tigresa” Acuña, que se dio el gusto de debutar ganando en Concordia, porque era la primera vez que combatía en esta ciudad. Lo hizo en fallo unánime también sobre una Natalia Alderete que hizo gran pelea, y que se llevó la felicitación de Osvaldo Rivero, lo que la hizo llorar de emoción. La misma Acuña, antes, la había abrazado y la había señalado ante la gente, como diciendo “síganla porque está para grandes cosas”. Acuña, por su parte, agrandó su leyenda, a la espera de comenzar a despedirse del boxeo, cosa que sucedería en noviembre en el mítico Luna Park, nada menos.
De la velada, decir que fue otro éxito, que la gente se bancó el “fresquete” de la noche de sábado bien provista de abrigos, y que disfrutó cada combate porque todos fueron estelares. Las peleas complementarias no estuvieron de “relleno” sino que levantaron al público con buenas definiciones, ambas por nocaut. Y ello obró como un “calentamiento” de toda la gente para esperar las otras peleas y la principal por los títulos.
UN RIVAL ENORME
Leandro Blanc encontró sobre el ring a un rival que conocía muy bien, pero la gente lo terminó de conocer porque es un boxeador realmente magnífico, y que seguramente llegará a grandes cosas. Un púgil que exhibió humildad en todo momento, que se vio la seriedad con la que encaró la pelea y sobre todo también se vio el muy buen nivel técnico que posee, dejando muy buena imagen en los que presenciaron la velada, en vivo y en directo, y también por televisión. No cabe duda que se merece una revancha con “Musculito”, por lo hecho en la noche de Concordia y además porque el concordiense es un caballero y el dársela es otro acto de grandeza.
Y siempre que se enfrenten saldrán peleones. Porque no son noqueadores, pero al que quiere ver boxeo del bueno lo va a animar siempre. Y metiéndonos en lo que pasó, precisamente, en la noche de termas entregaron una pelea cien por ciento llena de vorágine, porque no pararon en ningún round, fueron al frente todo el tiempo y nos mostraron lo grandes y fuertes boxeadores que son ambos. Físicamente no tuvieron fisuras y se notó claramente. Y eso es parte de la seriedad, de ser grandes campeones.
Hay que acotar que la pelea fue muy pareja y la que otorgó 5 puntos a favor del concordiense fue la más exagerada, porque el fallo fue realmente todo lo fino que lo describieron las otras dos, que solo vieron un punto a favor de Blanc. Una pelea durísima, donde quizá, sí, los cabezazos de Zárate pudieron haber obrado como cierto castigo para él en el fallo. Pero, insistimos, boxísticamente entregaron un grandísimo combate, mostrándonos para qué están ambos contendientes.

OTRO ÉXITO
No cabe duda que la velada fue otro éxito. Sergio Krunfli, con toda la gente de Concordia, trabajó de manera enorme para poder llevar esto adelante y una vez más ratificar así la confianza de Osvaldo Rivero, de su hija Georgina, y todo OR Promotions, que fue la que depositaron en él. Todo estuvo ordenado, colorido, bien puesto y los boxeadores hicieron lo suyo para que todo sea “redondo” en la noche de Termas Vertiente de la Concordia, que presentó un escenario ideal para espectáculos al aire libre. Y tampoco tenemos duda de que puede haber más boxeo allí, ya entrado el verano, porque se va tornando un clásico. Además, la predisposición de Edgardo Fernández y Pedro Sena es total, y eso es un apoyo notable.
PROTOCOLO CUMPLIDO
Otra de las cosas cumplidas por la organización el sábado por la noche fue el protocolo sanitario. Si bien estábamos al aire libre, prácticamente todos conservaron puesto el barbijo para seguridad de todos, aceptando las indicaciones de la organización. También hubo muy poca circulación de gente, que solo se movía de sus lugares para ir al baño o comprar algo para tomar o comer. El nivel de respeto de todo y de todos fue realmente alto, por lo que también allí se sacó un aprobado por parte de los organizadores.

“PERRITO” Y SU BUENA VUELTA
Gustavo Vittori volvió a pelear en Concordia luego de mucho tiempo, ya que se había ido a Europa a hacer unas peleas y allí siguió recogiendo experiencia, más allá de los resultados. El sábado logró vencer a Claudio Luquez en durísima pelea, que incluso llegó a complicársele por momentos dado lo aguerrido de su rival. Pero “Perrito” supo usar su experiencia en esos momentos difíciles para salir airoso y así logró imponer sus condiciones en el resto de la pelea.
Las tarjetas de los jueces fueron: Alejandro Bokser 60-54½, Rosalino Aquino López 58½-57, y Juan Carlos Palmieri 59-56. Clao que viendo la pelea, son más ajustadas al combate la segunda y tercera tarjeta, siendo exagerada, nos parece la primera. Siempre ajustándonos a lo que se vio. Fue alegría para Vittori que ahora seguramente se enfocará en otra pelea importante para seguir sumando y así también intentar volver a estar en los primeros planos como supo estar. Contó con el apoyo de toda su familia presente, como siempre, y su hija incluso subió al ring a compartir la alegría con él.
“TIGRESA” INTERMINABLE
También Marcela Acuña usó la gran experiencia que tiene en el boxeo para sacar adelante un combate realmente “chivo” ante Natalia Alderete. Esta última dijo que era admiradora de Acuña, pero sin duda que se olvidó de todo cuando empezó el combate, dado que la fue a buscar con todo a su rival, haciéndole la pelea realmente difícil. Tuvo buenas conexiones y fue al frente todo el tiempo, lo que generó el aplauso de los presentes. Claro que con mayor aplomo, Acuña fue conectando cada vez mejor, aunque sin sentirse cómoda nunca, y logró poner las tarjetas de los jurados a su favor.
Las tarjetas de los jueces fueron: Alejandro Bokser 59-55, Rosalino Aquino 59½-56 y Juan Carlos Palmieri 59½-57.
Así, la leyenda del boxeo femenino se llevó todos los aplausos y se sacó el gran gusto de pelear en un cuadrilátero de una Concordia que ella visita muy seguido.
