“Nuestro objetivo es reducir los riesgos antes de que el fuego empiece”: La Brigada Forestal de Concordia se prepara para el verano
Con la llegada de las altas temperaturas y el inicio de la temporada de calor, la Brigada Forestal de la Municipalidad de Concordia intensifica su trabajo preventivo para reducir el riesgo de incendios. Despertar Entrerriano dialogó con Tomás Ayala, brigadista forestal, quien explicó cómo se preparan, qué zonas presentan mayor peligro y de qué manera articulan con otras áreas municipales y fuerzas de emergencia.
Prepararse antes del fuego
“La brigada se prepara en temporada baja, es decir, en invierno”, explicó Ayala. Durante esos meses realizan capacitaciones dentro del Sistema de Manejo del Fuego y el Plan Provincial de Manejo del Fuego, tanto en medios aéreos como en formación técnica específica. “Contamos con un avión hidrante en Concordia, que es muy importante para la región, ya que presta colaboración en todo el NEA y el noroeste argentino”, detalló.
La Brigada Forestal funciona bajo la órbita de Protección Civil, un área que abarca también otras emergencias como tormentas, eventos o desastres naturales. “Anoche, por ejemplo, estuvimos trabajando en el retiro de un árbol caído sobre la Eva Perón y en recorridos preventivos por la ciudad”, agregó.

Zonas críticas y focos recurrente
Concordia presenta una particularidad que complica las tareas de control: el crecimiento urbano desordenado. “Tenemos muchos incendios de interfase, que son los que se dan entre zonas con vegetación y viviendas”, explicó Ayala. Los barrios Mendieta, Villa Adela y Benito Legerén son los más afectados. “En esos lugares, lamentablemente, mucha gente prende basura sin medir el daño que puede provocar, y eso puede terminar en un incendio totalmente descontrolado.”
La prevención, según remarcó, es un trabajo constante. “Hacemos mantenimiento de los cortafuegos y tareas de prevención formativa, preparativa, para el verano. Hay que saber interpretar los focos y actuar antes de que empiece la temporada alta.”

Educar para prevenir
La educación y la concientización son las herramientas principales de la brigada. “Nos estamos mostrando cada vez más, porque somos un grupo nuevo y queremos que la gente entienda cuál es el rol del brigadista forestal. No es lo mismo que un bombero”, señaló. Mientras los bomberos se enfocan en incendios estructurales, los brigadistas se especializan en lo forestal.
“Hay que hacer mucho hincapié en la prevención, porque es lo que nos va a llevar a reducir los riesgos de incendio. Hay que promover campañas informativas sobre el uso del fuego, enseñar a la gente y también a la población rural. En el Perilago, por ejemplo, todos los años tenemos incendios por fuegos mal apagados, incluso el primero de enero trabajamos en la península Soler por un incendio de asado”, relató.

En las zonas rurales, los brigadistas insisten en la importancia de mantener franjas cortafuegos, líneas sin vegetación que impiden que el fuego avance. “Eso demanda cuidado y muchas veces no se hace. Así se terminan pasando los incendios, como ocurrió frente a La Criolla, en el kilómetro 276”, recordó.
El triángulo del fuego y el desafío climático
Ayala explicó que los incendios se entienden a partir del triángulo del fuego, compuesto por tres elementos: combustible, calor y oxígeno. “Cuando coinciden 30 grados de temperatura, 30 de humedad y 30 de viento, tenemos incendios fuera de control”, explicó.
En caso de un foco activo, el equipo utiliza técnicas de sofocación. “Para romper el triángulo del fuego hay que eliminar el combustible, que es la vegetación seca o los materiales inflamables, y enfriar con agua o retardantes”, indicó. Este año, la brigada incorporará retardantes producidos en España, que se aplicarán sólo en situaciones de emergencia. “Nos encontramos con muchos incendios de interfase, donde hay casas cerca de la vegetación. Es muy peligroso y hay que actuar rápido.”

La Brigada Forestal trabaja en conjunto con Bomberos Voluntarios, Zapadores y otras áreas municipales, como Obras Públicas y Recolección. “La brigada nació con el objetivo de fortalecer esas instituciones. Somos segunda respuesta, aunque a veces nos toca ser primera cuando no se da abasto con los recursos”, explicó.
Además, utilizan equipamiento municipal como cisternas de 5.000 y 10.000 litros, maquinaria pesada del corralón y vehículos propios. “Contamos con equipos de protección personal, herramientas de zapa, mochilas de enfriamiento y los llamados ataques rápidos, que son tanques de mil litros con devanaderas”, detalló.
Actualmente, el equipo está integrado por ocho brigadistas activos, y durante la temporada alta se suman más hasta alcanzar unos quince integrantes. “Estamos gestionando más recursos, pero trabajamos con lo que tenemos, de manera articulada y con compromiso”, destacó.
Capacitaciones permanentes
La formación es un requisito constante. “Para poder trabajar tenemos que certificarnos nacional y provincialmente. El Sistema Nacional y el Provincial de Manejo del Fuego articulan con todas las brigadas. En caso de emergencia, estamos facultados para salir de Concordia y asistir en cualquier parte del país”, explicó Ayala. El esfuerzo diario de la Brigada Forestal se concentra en anticiparse a los incendios, más que en combatirlos. “Nuestro objetivo es reducir los riesgos antes de que el fuego empiece. La prevención y la conciencia son las herramientas más efectivas”, concluyó.
