Argentina clasificó a Qatar 2022
En apenas medio año el equipo nacional se reconstruyó en base a grupo, juego y resultados. A falta de cuatro fechas para el final de las Eliminatorias, logró el objetivo de clasificarse a Qatar 2022, pero su mayor logro es sin, duda, el haber conquistado a los hinchas.
Con el empate ante Brasil, la Selección cerró anoche un semestre de ensueño. Un ciclo extraordinario que seguramente no imaginó ni el más optimista de los hinchas del equipo nacional.
El 3 de junio de este año, en Santiago del Estero, Lionel Messi transformó en figura a Claudio Bravo pero el partido terminó 1 a 1. Esa noche arrancaron como titulares siete futbolistas que también jugaron desde el inicio ante el equipo de Tité en San Juan (Emiliano Martínez, Cristian Romero, Rodrigo De Paul, Leandro Paredes, Ángel Di María, Lionel Messi y Lautaro Martínez).
Eso marca que Lionel Scaloni tenía una idea muy clara de cómo encarar tanto las eliminatorias como la Copa América, la que resultaría consagratoria. Pero más allá de haber levantado el trofeo en el Maracaná (dejando una huella profunda en la historia) y de haber conseguido la clasificación al Mundial con cuatro fechas de anticipación, también hay que resaltar que la Argentina recuperó, gracias a su manera de jugar, el prestigio que había despilfarrado en los últimos años.
Probablemente las últimas dos presentaciones, ante Uruguay y Brasil, no hayan sido de las mejores. Pero aún así, con Messi “a media máquina” y sin la frescura de otros encuentros, el equipo se las rebuscó para sacar buenos resultados y meterse sobradamente en Qatar 2022.
La racha de 27 partidos sin perder, impacta. Puede ser tomada simplemente como un dato estadístico pero cobra mucho más valor si aceptamos que en la gran mayoría de esos encuentros la Selección dominó a su rival y mereció la victoria. En seis meses todo cambió.
La confianza de los jugadores, la felicidad con la que se muestran (dentro y fuera de la cancha) y también, claro, la relación con la gente. Hoy no hay jugadores discutidos. Algunos son “amados”, otros muy “queridos” y también están los que todavía siguen en deuda pero no hay reproches para nadie. Ir a la cancha a ver a la Selección es como ir al teatro. El hincha disfruta de los “artistas”.
Y ellos, los futbolistas, reciben el mensaje y lo retribuyen dejándolo todo e incluso jugando en condiciones físicas alejadas de lo ideal.
Ya con la clasificación en el bolsillo, el gran desafío del grupo es no quedarse en la zona de confort. Hay que potenciar las virtudes y trabajar mucho para recortarle incidencia a la suerte (esa que, por ejemplo, ayudó al equipo a ganar en Montevideo). Es clave llegar a Qatar con hambre de más gloria, con mucha competencia interna e infundiendo el respeto que ha vuelto a posicionar a Argentina como uno de los mejores seleccionados del mundo. Y todo esto se logró en apenas seis meses.