Las mutaciones del virus del SARS-CoV-2 son un problema más importante de lo esperado
La nueva variante del SARS-CoV-2 identificada en el Reino Unido ha demostrado tener una capacidad mayor de transmisión y ya es la predominante en el sur de Inglaterra en la ciudad de Londres.
Los informes preliminares del Reino Unido indican que esta variante es más transmisible que los virus circulantes anteriores, con un aumento estimado de entre el 40% y el 70% en la transmisibilidad (agregando 0,4 al número de reproducción básico R0, lo que lo lleva a un rango de 1,5 a 1,7).
Sin embargo, a fecha de hoy todavía hay muchas interrogantes pendientes sobre cómo va a impactar en aspectos fundamentales para el control de la pandemia, como la eficacia de las vacunas o la capacidad de detección de los test diagnósticos, como las PCR.
Se están realizando estudios de laboratorio para determinar si estas variantes de virus tienen diferentes propiedades biológicas o alteran la eficacia de la vacuna. Actualmente no hay suficiente información para determinar si esta variante está asociada con algún cambio en la gravedad de la enfermedad clínica, la respuesta de anticuerpos o la eficacia de la vacuna.
La OMS, en un comunicado emitido, reconoce que ya están en marcha investigaciones para determinar si esta variante está asociada con algún cambio en la gravedad de los síntomas, la respuesta de anticuerpos o la eficacia de la vacuna.
Hasta la fecha ya se han detectado 1108 casos infectados con SARS-CoV-2 VUI 202012/01 en el Reino Unido. La constatación de que había habido un aumento inesperado en el número de casos diagnosticados obligó a las autoridades británicas a llevar a cabo una investigación epidemiológica y virológica. La nueva variante VUI-202012/01 se ha identificado en varios países, incluidos Australia, Dinamarca, Italia, Islandia y los Países Bajos.
La variante se define por la presencia de un rango de 14 mutaciones que resultan en cambios de aminoácidos y tres deleciones. Algunas de estas mutaciones pueden influir en la transmisibilidad del virus en humanos.
La mayoría de los casos de COVID-19 en los que se ha identificado esta variante se han producido en personas menores de 60 años.
Como una de las mutaciones (N501Y) está en el dominio de unión al receptor, se están investigando urgentemente la actividad de neutralización de sueros de pacientes recuperados y vacunados contra esta variante para determinar si hay algún impacto en el rendimiento de la vacuna.
La OMS recuerda que todos los virus, incluido el SARS-CoV-2, cambian con el tiempo, pero la mayoría de estas mutaciones o cambios no suponen un beneficio directo para el virus o incluso pueden ser perjudiciales para su propagación.
No obstante, señalan que se requieren más investigaciones para comprender mejor el impacto de una mutación específica en las propiedades virales y la efectividad de los diagnósticos, la terapéutica y las vacunas.
Los hallazgos enfatizan el hecho de que las mutaciones del virus del SARS-CoV-2 son un problema más importante de lo esperado.
Además, llama la atención sobre la posible pérdida de rendimiento notificada de los test PCR que se dirigen al gen de la espiga (S) del virus. Por eso, recomienda a los laboratorios que utilizan kits comerciales de PCR para los que los genes virales diana no están claramente identificados en las instrucciones del fabricante que se pongan en contacto con el fabricante para obtener más información.
Los laboratorios que utilizan ensayos de PCR internos que se dirigen al gen S del virus también deben ser conscientes de este problema potencial. Para limitar el impacto en las capacidades de detección en los países, también se recomienda un enfoque que utilice diferentes ensayos en ensayos paralelos o múltiples dirigidos a diferentes genes virales para permitir la detección de posibles variantes emergentes.
Además, aconseja a todos los países a evaluar su nivel de transmisión local y aplicar actividades adecuadas de prevención y control, incluida la adaptación de las medidas sociales y de salud pública.