Protesta para conseguir edificio propio para una escuela
Profesores, padres y directivos aseguran que hace muchos años reclaman la construcción de su propio edificio “esto empezó en el 2012 aproximadamente” al momento tienen todo aprobado, pero la obra no inicia. Se obtuvo la palabra de la rectora de la institución Andrea Soto quien detalla, “hace dos años el proyecto está terminado y aprobado, pero al momento nada”.
El terreno destinado para la construcción es aledaño adonde funciona actualmente la escuela San Martín, “nos habían prometido que entraría en el presupuesto 2018 y luego en el de 2019 y se termina el año… las campañas políticas, las elecciones y no hay nada”.
Padres, alumnos y profesores se reunieron en asamblea este miércoles acordando suspender las clases, jueves y viernes en protesta con una nueva reunión para decidir si continúan las medidas.
Pusieron al tanto a la Directora de Departamental Graciela Di Lello de esta situación, “ella nos pidió un tiempo, unos días más, hasta la semana que viene porque el director de arquitectura -José María Castagnini- está de licencia”. Nosotros tenemos muchos padres que tienen hijos en primaria y otro en secundaria, por ejemplo, (son dos establecimientos diferentes en un solo edificio) ellos saben perfectamente lo difícil que es compartir escuela entre todos y que no hay respuesta ni a las demandas de primaria (edilicias) ni las de secundaria (el edificio propio)”.
Debido a las grandes problemáticas que ocasionan el compartir edificio entre dos establecimientos educativos, al mismo concurren en total unos mil alumnos (480 son de secundaria), por este motivo una parte del alumnado cursa en horario nocturno “sí, nuestros horarios van desde las 13 a 22 , por lo que hay chicos de unos 14 años que asisten turno noche, si bien tenemos la comisaría cuarta cerca nos dicen que no hay personal, nosotros pedimos mucho para que un funcionario vigile mientras ellos esperan el colectivo a la 22 horas, pero bueno no se puede tampoco”, expresa casi resignada la rectora.
EL EDIFICIO TIENE MÁS DE 100 AÑOS
Con un edificio tan añejo y mal mantenido, se observa sin dificultad el gran deterioro del lugar en su totalidad. Asimismo fotografiamos, techos en muy malas condiciones y con humedad, lo mismo sucede en las paredes, escaleras, ventiladores, baños.
Los profesores aseguraron que en sectores de aulas y espacios compartidos se llueve en ocasiones. Grandes ventanales antiguos no tienen taparrollo “por ese hueco que queda entra viendo directamente, no es frío, es viento y bueno por más que haya sol estos ventanales no se pueden abrir”, fue el testimonio de los profesores que a diario conviven con las dificultades por deterioro edilicio.
“Intentamos cumplir con las actividades curriculares lo mejor que se pueda, pero acá los chicos desde hace décadas hacen educación física en la tierra (hoy llueve y es imposible), no hay un playón en condiciones, los muros son bajos y se les va la pelota cuando están jugando, nosotros pedimos unos palos a la cooperativa para poner un alambrado y que puedan usar la pelota, pero (…)”, si bien estas personas intentan educar las dificultades están a la vista. Una profesora acota “yo pongo lo mejor para innovar, quiero sacarlos al patio no se puede, tampoco hay un laboratorio”,
La rectora sobre el tema confirma que “los experimentos los hacen corriendo riesgos en una mesa improvisada, se las ingenian y se la juegan, pero no es así”, culmina la rectora.
EJERCICIOS FÍSICOS EN ESPACIOS NO APTOS
A su vez nos cuentan que los alumnos asisten en horario matutino (funciona nivel primario) a las clases de educación física “hacen ejercicios entre esta terraza (un lugar de 4 por 4 metros), otro poco acá que como esta esta mesa sería la sala de profesores y este porche”, relataban mientras indicaban pequeños espacios que no se encuentran conectados y están amoblados para otros usos, por lo que resulta difícil pensar que un alumno reciba una clase de educación física allí.
Alumnos hacen fila para poder entrar a buscar un manual de estudios, “claro entran a la sala de profesores y hacen fila esperan que uno salga para que el otro pueda entrar”.
La biblioteca: “En realidad no tenemos, pusimos los libros en unos estantes y los tenemos ahí, ese lugar es la oficina de la administración también”.
Siguiendo con el recorrido nos encontramos con la cocina que tiene varios usos “es una cocina pero a su vez hay una mesa pequeña donde la obstetra llega para dar asesoramiento en salud, también es la sala de tutoría”, concluye Andrea.
Fuente: Diario El Heraldo.
