Médicos entrerrianos están en alerta por el deterioro de aranceles
La Federación Médica de Entre Ríos (Femer) advirtió “a la población, obras sociales y prepagas” que por el “deterioro” de los aranceles producto de la inflación y la devaluación, los médicos no pueden asegurar la normal prestación de su trabajo. Reclamaron una recomposición urgente de sus ingresos.
“La Femer observa con alta preocupación el progresivo deterioro real de los aranceles que reconocen a nuestros profesionales médicos los financiadores de sistemas de salud”, alertaron en un comunicado. Y agregaron: “Esto ha ocurrido a pesar de nuestros reiterados llamados de atención sobre el problema, alertando acerca de las consecuencias que acarrearía sobre la normal prestación de los servicios, con los consiguientes inconvenientes para sus afiliados”.
Según indicaron, la “histórica declinación” del valor de los honorarios se ha agravado en los últimos tiempos, con la reciente devaluación que “sin duda impacta en forma directa en el valor de los insumos médicos y en los precios en general”.
“Ante la actual situación económico-financiera, los profesionales de la medicina no podemos asegurar la normal prestación de nuestro trabajo a través de los sistemas de financiación de la seguridad social y medicina prepaga, por lo que instamos a las entidades financiadoras a retomar en forma urgente el tratamiento de la recomposición arancelaria y/o reconocer la complementación de los honorarios profesionales en forma directa”, continuaron.
La advertencia de Femer se suma a la que recientemente hicieron desde la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Entre Ríos (Acler), quienes aseguraron que desde el lunes de la devaluación no estaban pudiendo adquirir los insumos, descartables y medicamentos de uso habitual en los establecimientos sanitarios.
“Además del desabastecimiento existente, lo que pone en riesgo la atención de la salud de la población en el corto plazo, también se han producido aumentos desmesurados que ponen en serio riesgo la actividad de las instituciones, quienes se ven imposibilitadas de funcionar en esas condiciones; recibiendo muy pocos insumos y en muchos de los casos sin precio determinado y entrega solo con remito sin saber el precio de compra”, indicó Acler días pasados.
Ante esto, plantearon que “lo más problemático para los pacientes es que probablemente se tendrán que suspender provisoriamente las internaciones quirúrgicas programadas ante la falta de insumos”.
“Al desabastecimiento denunciado, se suma el desfinanciamiento preexistente, los plazos prolongados para percibir las prestaciones brindadas y el costo elevado de las prestaciones, en muchos casos, brindados por debajo del mismo. Los pagos de las prestaciones se producen como mínimo a los 45 o 60 días de realizada la prestación, salvo excepciones”, concluyeron.