A pesar de los esfuerzos, los carros tirados por caballos aún son una realidad en Concordia
La Ordenanza Nº 36433 de Erradicación de Tracción a Sangre sancionada el 19 de abril de 2018, prohíbe la tracción a sangre y entre sus principales objetivos, busca regularizar la situación laboral de los recolectores de residuos sólidos reciclables o reutilizables, conocidos comúnmente como «carreros», y promueve la obvia sustitución y abolición de vehículos de tracción animal.
En virtud de esta ordenanza, se establece en su Artículo 5 un período de transición de dos años para llevar a cabo el reemplazo completo y definitivo de los vehículos de tracción a sangre, una vez finalizado este período, entraría en plena vigencia la abolición definitiva de la tracción a sangre animal, lo que implica la prohibición total de la circulación de animales de tiro dentro del municipio.
Sin embargo, esto no se cumple, los plazos ya han terminado y aún se siguen viendo carros tirados por caballos en varias zonas de Concordia.
Aunque se ha observado una disminución en el centro de la ciudad, en los barrios la actividad persiste. Si bien se lograron avances iniciales en términos de regulación, a pesar de los plazos establecidos, la actividad nunca ha dejado de existir en su totalidad.
Las autoridades municipales han llevado a cabo acciones para abordar el problema. Se está llevando a cabo el Programa de Erradicación de la Tracción a Sangre Animal (TAS) en Concordia, establecido por la ordenanza N° 36.433, en donde se ha implementado un sistema de adopción voluntaria de equinos, que ha generado un notable interés entre la comunidad.
Además, como parte integral de este programa, se ha creado un Centro de Cuidado Ecuestre Municipal, destinado a brindar asistencia médica, alimentación adecuada y entrenamiento a los equinos rescatados, hasta ser adoptados; inclusive empezando a cumplir con el Artículo 5 de esta normativa que exige la creación de un registro, un censo realizado en 2017 reveló que más de 600 personas estaban registradas como usuarios de la tracción a sangre en el municipio; y si bien se han entregado algunos motocarros y bicicarros como alternativas, los mismos podrían haber sido insuficientes para cumplir con los plazos establecidos en la ordenanza, ya que aún no se ha podido eliminar el uso de los caballos en la tracción.
Esto, según grupos de cuidado animal, se debe a que solo la recuperación de caballos maltratados no es la forma adecuada de poner fin a esta práctica, ya que la normativa contempla medidas más profundas.
Según Horacio Froy de «Conciencia Animal», no hay una comprensión exacta ni una buena difusión sobre cómo terminar con la tracción a sangre en Concordia, pero la prohibición directa no serviría, por lo que se plantea una solución progresiva.
«El primer paso era hacer un registro de todos los carros que había en Concordia, creo que se hizo a medias, el registro es un inicio que por ahí algunos proteccionistas de otros lugares del país no lo aceptan porque dice que es como legalizar el maltrato animal. Nosotros no lo creemos así, creemos que es fundamental saber la cantidad de carros con caballos que hay trabajando para poder ir sacándolos de circulación. La prohibición directa, lisa y llanamente, no serviría porque causaríamos un problema social, político, económico también, porque todas esas personas que salen todos los días con un carro, algo llevan a su casa».
«Lo que está haciendo el municipio en este momento creo que es algo que no tiene nada que ver con la finalización de la atracción a sangre que es ocuparse de los animales maltratados en la calle, para eso ya tenemos una ley nacional de protección a los animales (Ley 14.346) que de aplicarse correctamente permite sacar los animales que son maltratados, pero no termina la atracción porque la persona que le quitan el caballo va a buscar a otro y sigue trabajando con el carro, entonces no es la manera».
Desde Conciencia Animal creen que «no se está haciendo absolutamente nada en cuanto a finalizar con el trabajo de los animales atados a los carros, porque la ordenanza prohíbe la circulación desde los bulevares» pero estos «siguen circulando con la misma libertad que antes. Cada vez que alguien de los barrios decide hacer una protesta por falta de trabajo, por falta de atención social, llegan los carros hasta la misma plaza y no hay ningún llamado de atención para que no hagan eso, es decir, los animales que se están sacando de la calle no significa que sea un carro menos en la ciudad, no es un freno a la tracción a sangre, simplemente están actuando contra el maltrato y por eso se los retiran y en muchos casos se los devuelve una vez recuperado para que vuelvan a trabajar otra vez».
«La propuesta original de la ordenanza fue nuestra, lástima que no la pusieron en marcha como debió haber sido, porque si no, hace dos años ya les venció a ellos el plazo para que circularan los carros en la calle y sin embargo, esto va para largo todavía», concluyeron.
Las condiciones de pobreza en Concordia empuja a muchas personas a salir a recolectar a las calles, al no tener ellos condiciones para mantenerse estables y su salud, los caballos con los que trabajan muchas veces presentan síntomas de desnutrición, heridas, enfermedades crónicas, infecciosas, contagiosas y/u otras; son obligados a trotar o galopar sin importar su condición o las inclemencias climáticas.
Es obligación de la Unidad de Gestión Ambiental, según la ordenanza 36433, artículo 23 «Informar por medios fehacientes y a través de campañas de difusión masiva, a los recolectores informales de residuos sólidos, así como la población en general, sobre la existencia e implicancias de esta normativa», y según Conciencia Animal «no hay una comprensión exacta ni una buena difusión de cómo sería la forma de terminar con la tracción a sangre, un método bastante arcaico como para seguir permitiéndolo a esta altura de la civilización».
Conciencia Animal afirma que la manera en la que se está trabajando no es la correcta y propone que «nosotros siempre damos un ejemplo supongamos que hay 500 o 600 carros pongamos 600 carros en la ciudad si le encontramos solución para que 10 familias por mes dejen de trabajar con el carro y comiencen otra tarea, una nueva actividad laboral que reemplace a la salida diaria en el carro, e ir preparando a otros en oficios con salida laboral rápida, en un año vamos a tener 120 carros menos. Obviamente pensando que se hizo un registro y a partir de ese momento quien no esté registrado no puede circular con un carro con caballo, en un año vas a sacar 120 carros de la calle, en cinco años no vas a tener ningún carro ya circulando»
«Muchos que por edad o ser analfabetos serán de más complicación reubicarlos, pero será cuestión de analizar cada caso y tomar los más adecuados en las primeras etapas, pero todo plan tiene un comienzo y ese inicio es HOY».
Para Conciencia Animal esta es una problemática que debe ser encarada «con políticas de Estado, porque las personas que están arriba de los carros no tienen una posibilidad de jubilación, no tienen un seguro social que le permita atender su salud, no tienen un ingreso digno para mantener a su familia, sus hijos no están escolarizados y generalmente encontramos muchos menores arriba de los carros. No hay nada de digno en eso, no hay una justicia social como pregonan la mayoría de los estados municipales, provinciales o nacionales para atender las necesidades de estas personas».
A pesar de los esfuerzos realizados hasta ahora, los carros tirados por caballos muestran un desafío persistente en Concordia. Se espera que las autoridades municipales tomen medidas más contundentes y realicen un seguimiento riguroso de la normativa establecida, con el objetivo de lograr una erradicación efectiva de esta práctica y brindar alternativas adecuadas para aquellos involucrados en la Tracción a Sangre.